La Fiscalía sostiene que los siete acusados formaban parte de una banda organizada que, entre el verano y el otoño de 2009, cometió varios delitos como robos en viviendas de Cuenca capital, y que obligaba a su vez a cometer delitos, mediante coacciones, a otras personas, entre ellas menores.
Los acusados, que han contestado a las preguntas tanto del Ministerio Fiscal como de las diferentes defensas, han negado su participación en ninguno de los distintos hechos que se les imputan a unos u otros, como el robo en una vivienda de la Puerta de Valencia, en Cuenca capital, o el traslado y agresión en la localidad conquense de La Frontera a un joven menor de edad.
Algunos de ellos, además, han acusado a la Policía de haberles coaccionado o haber presentado acusaciones falsas contra ellos.
Salvo las relaciones de parentesco que mantienen dos acusados, hermanos mellizos, y de alguna relación de amistad, todos han negado formar parte de ningún grupo organizado, haber recibido ni impartido órdenes, ni tener más vínculo que alguna coincidencia ocasional en el gimnasio donde entrenaban.
Las defensas, por su parte, han coincidido al inicio del juicio en pedir la nulidad de las escuchas telefónicas que se practicaron en 2009, al considerar que no se habían realizado de forma proporcional ni justificada.
"Todas las pruebas son consecuencia de estas escuchas", según ha indicado uno de los abogados defensores, pero la juez ha subrayado que la actuación organizada de las acciones delictivas motiva las escuchas para las que "sí existió idoneidad, necesidad y proporcionalidad".
La siguiente sesión del juicio se celebrará el viernes 21 a partir de las 9:30 horas en los Juzgados de Cuenca. EFE
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