El alcalde de Cañizares, municipio al que pertenece Puente de Vadillos, Julio César Bodoque, ha reconocido que han recibido la noticia de forma positiva, aunque "llega un poco tarde, porque cuando se presentó la denuncia, los vecinos sabían que tenían razón".
En declaraciones a Efe, Bodoque ha reconocido que ahora es más una "victoria moral" porque el colegio había reabiertos sus puertas en septiembre de 2015, pero "da rabia saber que se tiene razón y que por motivos únicamente políticos decidieron cerrarlo, y lo cerraron".
Y es que el alcalde y los afectados han tenido muy claro, durante casi cinco años, que la razón estaba de su parte porque tenían 12 alumnos matriculados cuando la Consejería exigía un mínimo de once.
El problema, según ha explicado el alcalde, es que ellos tenían las doce matrículas en el mes de junio, pero la Consejería optó por tomar como referencia el mes de febrero, cuando aún no habían conseguido el número exigido.
Sin embargo, otros pueblos con menos de once alumnos "siguieron con el colegio abierto", como ha recordado Teresa, madre de un alumno que resultó afectado por el cierre.
Ella ha reconocido que la decisión del Supremo "es lo que se esperaba, aunque ha sido un poco tarde" y ha añadido: "Nos hubiera gustado no tener que mover a los niños".
Ha admitido que han sido años de "incertidumbre", y que sobre todo a los más pequeños "les costó mucho trabajo, porque tenían que madrugar más, coger autobús y esperar media hora en el otro colegio a que comenzasen las clases".
Asimismo, Bodoque ha señalado que la decisión fue puramente política "porque no quisieron hacer caso a los datos de junio", y ha asegurado que el cierre del colegio afectó mucho al pueblo.
"Hubo dos familias que teníamos allí, a las que les habíamos facilitado el alquiler para que vivieran en el pueblo con sus hijos, pero al cerrar el colegio se fueron", ha comentado el alcalde, que ha añadido que "otros que podrían haberse quedado, se lo pensaron al cerrar la escuela; es un servicio menos que tuvo el pueblo". EFE