- 1. ¿Cómo afecta el calor a nuestra salud?
Cuando hace calor y en condiciones normales, el termostato interno de nuestro organismo produce sudor, que se evapora y refresca el cuerpo.
No obstante, los días de calor intenso obligan al cuerpo humano a un esfuerzo de adaptación para mantener la temperatura corporal normal.
Este esfuerzo es mayor:
- Durante una primera ola de calor: el cuerpo aún no está acostumbrado a las altas temperaturas.
- Cuando el calor es continuo durante todo el día y se mantiene durante varios días
- Cuando la humedad es muy alta y no hay viento.
- 2. ¿Qué podemos hacer para proteger nuestra salud?
Los problemas de salud asociados a las altas temperaturas pueden evitarse con medidas muy sencillas; a continuación le mostramos algunas recomendaciones que usted puede poner en práctica cuando el calor "apriete":
En el exterior (en la calle, en el campo, etc.):
- Si tiene que permanecer en el exterior, procure estar en la sombra.
- Si puede, evite las actividades en el exterior en las horas centrales del día, sobre todo, si son intensas.
- Si tiene que hacer actividades en el exterior durante las horas de calor no olvide descansar, protegerse del sol y refrescarse (beba líquidos, refrésquese la cabeza, utilice un abanico…)
En el hogar:
- Permanezca en las estancias más frescas.
- Baje las persianas, toldos, cortinas.... evitando que el sol entre directamente.
- Intente evitar usar máquinas y aparatos que pueden producir calor en las horas más calurosas.
- Utilice todas las medidas tradicionales a su alcance: abanicos...
- Si utiliza ventiladores eléctricos, recuerde que no enfrían el aire, sino que provocan una corriente refrescante, mediante el giro de sus aspas. En este caso, es recomendable abrir las ventanas.
- Los aparatos de aire acondicionado refrigeran el aire, manteniendo una temperatura y humedad constantes en un recinto aislado (hay que mantener cerradas puertas y ventanas).
En el automóvil:
- Nunca deje a los niños/as ni a las personas mayores en el interior de un vehículo cerrado.
- Utilice el aire acondicionado (si tiene) Si no abra las ventanas.
- Si viaja con personas vulnerables preste especial atención a los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar y salir del vehículo y que pueden afectar a los pasajeros del mismo. Tomando las precauciones necesarias; aumentar progresivamente la temperatura del interior del mismo.
- Cuando haga un viaje largo no olvide descansar y refrescarse.
- Prevenga y lleve líquidos para hidratarse.
A nivel personal:
- Intente refrescarse de forma continua (tomar una ducha o un baño...) .
- Use ropa ligera, no apretada y de colores claros.
- Use un sombrero de ala ancha, gorros o similares que protejan cabeza ,cara, orejas, sienes y parte posterior del cuello
- Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire
En las comidas:
- Haga comidas ligeras que la ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (que contengan ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos)
- Beba líquidos en abundancia (agua, zumos,..) siempre que no exista contraindicación médica.
- Evite las bebidas alcohólicas o que contengan cafeína.
Si tiene algún problema de salud:
- Consulte con su médico acerca de las medidas suplementarias que debe adoptar si padece alguna enfermedad de riesgo.
- Siga tomando sus medicamentos. No se automedique.
- Si se encuentra mal, pare la actividad que esté haciendo, intente situarse en un sitio fresco y pida ayuda.
El calor no afecta a todas las personas por igual, algunas son más vulnerables:
- Personas mayores.
- Personas con enfermedades (enfermedad cardiovascular, cerebrovascular, respiratoria, renal, neurológica, diabetes, encamados…) o tomando medicamentos (anticolinérgicos, antihistamínicos, fenotiazinas, anfetaminas, psicofármacos, diuréticos, betabloqueantes, anticonceptivos,…)
- Personas con discapacidades.
- Personas con sobrepeso.
- Infancia (niños y niñas menores de 4 años).
Y si va a exponerse al sol:
- Utilice una protección solar adecuada cuando se exponga al sol; aplíquesela 30 minutos antes de salir de casa, de forma generosa; renuévela regularmente.
- Protéjase los labios con un protector labial.
- Evite los productos fotosensibilizantes (perfumes alcohólicos...).
- Protéjase los ojos: las gafas de sol deben tener protección 100% frente a rayos ultravioletas y radiación azul visible.