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Ángel Moreno, “Angelete”, patrimonio musical de Cuenca

Ángel Moreno, “Angelete”, patrimonio musical de Cuenca

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
lunes 05 de junio de 2017, 05:41h

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El pasado miércoles 24 de mayo del año en curso, fallecía Ángel Moreno “Angelete”, como se le conocía cariñosamente en la ciudad de Cuenca. Mi armonía y amistad con él me obliga a despedirlo y recordarlo con unas letras, que de esta manera sirvan justamente para darle un merecido homenaje a un singular conquense que fue patrimonio humano y musical sin ser profesional de este bello arte.

Conocí a Ángel Moreno, siendo yo un niño en la antigua plaza de los Carros, cuando en los exteriores de la misma se vendía fruta a granel en un gran mercadillo formado por camiones llenos de frutas. Ángel era el encargado de regular el trafico en la plaza en su condición de “agente urbano”, como se le denominaba antes, también lo recuerdo en la portería del edificio del Ayuntamiento donde se encontraba la dirección de lo que hoy llamamos la Jefatura de Policía Municipal.

 

El viaje a mi memoria me lleva a verlo amenizando y divirtiendo a los ciudadanos en las verbenas del parque del Vivero, en las fiestas de San Julián, y en las de los barrios junto a otro gran músico y conquense Ismael Martínez.

 

Siempre lo recordaré como un hombre coqueto, le gustaba “emperifollarse” como se decía antes, no salia a la calle sin su chaqueta y corbata acompañado de sus esclavas y cadenas de oro.

 

Mi relación con él se estrecho y enlazo mucho durante mis años como secretario de la Hermandad de Jesús Orando en el Huerto de San Esteban, cuando subía al edificio del “Almudi” donde ensaya la Banda Municipal de Música de Cuenca, para preparar el Concierto del “Huerto”, donde él ejercía como conserje, músico y otras cosas.

 

Me gustaba subir pronto para conversar con Ángel. En una de esta charlas me contaba que ingresó en el año 1942 a la edad de 13 años en la Academia de la Banda Municipal de Cuenca bajo la excelente batuta de D. Jesús Calleja. Coincidiendo en su infancia con D. José López Calvo, que se inició en la especialidad de bombardino llegando a ser un prestigioso compositor a nivel nacional.

 

Me contó que tuvo que retirarse tres veces de su querida Banda de Música: la primera vendría marcada por su necesaria presencia en el servicio militar que lo realizo en la Legión Española, en el Tercio de D. Juan de Austria, localizado en Larache, (Ceuta).

 

 

 

 

Es de apreciar y estimar que un músico no profesional amará tanto la música hasta el punto que dedico su vida a la misma dando por bien empleado todo ese ofrecimiento.

 

Las otras ocasiones vinieron condicionadas por las necesidades propias del periodo posbélico cuando aprovechando sus conocimientos musicales se desplazaba a la fiestas patronales de los municipios de la Provincia de Cuenca, para obtener el sustento económico que solventará la necesidades alimentarias de aquella difícil época.

 

Desde su veterana trayectoria dentro de la Banda de Música, conoció a excelentes directores al mando de la batuta como: Jesús Calleja, Lucio Navarro, Anibal Carricoba, Aurelio Fernández Cabrera y Juan Carlo Aguilar Arias. Desfilo durante 60 años en las procesionales de la Semana Santa de Cuenca.

 

Angelete, te estoy viendo ahora mismo en tu mesa de trabajo en el interior de la sala de ensayos de la Banda de Música, rodeado de múltiples partituras con el cigarrillo rubio de “Winston” en la boca, preparando las marchas procesionales para la Semana Santa o los pasodobles para San Mateo.

 

En uno de nuestros últimos encuentros cuando ya la edad, y la enfermedad no te dejaba disfrutar de tú verdadera pasión, con lágrimas en los ojos me decías: -Rafa, ya no puedo subir a la Academia, a preparar las partituras para los músicos-.

 

Es de apreciar y estimar que un músico no profesional amará tanto la música hasta el punto que dedico su vida a la misma dando por bien empleado todo ese ofrecimiento. Consideraba al edificio Almudi, como su segunda casa, en la cual y de la mano de D. Nicolás Cabañas aprendió solfeo en el rincón que actualmente ocupan los instrumentos de percusión, siendo su máxima ilusión formar parte de la Banda de Música de Cuenca.

 

No puedo pasar por alto lo que significa “Chaparrito”, como se le conocía cariñosamente en la Academia, para los jóvenes músicos de la Banda, siempre dispuesto ayudarles, les enseñabas como hacerse el nudo de la corbata, y como desfilar con solemnidad y gozo representado dignamente a la Banda de Música, siendo para muchos un “Padre Musical”.

 

Ahora desde el cielo oímos muchas veces un Saxofón tenor emitir música gloriosa afinado en Si bemol, que nos hace recordar que un Saxofonista llamado Ángel Moreno, “Angelte”, está actuando en una big band de músicos de jazz. Al finalizar la interpretación se oye una voz puntual y conocida que grita “ músicos partituras”, que luego faltan.

 

Ángel Moreno Martínez, siempre te recordaré, abrazos musicales.

 

 

Rafael Torres

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