Según ha informado hoy la Delegación del Gobierno en la región, los autores quedaron con la víctima para tomar unas copas y en un descuido introdujeron un medicamento en la bebida de ésta que disminuyó sus facultades .Tras ello, le sustrajeron su tarjeta de crédito y la golpearon para que les dijera el número pin de la tarjeta.
La operación se inició en octubre de 2012 cuando dos personas que paseaban por las proximidades de la localidad de El Picazo alertaron a la Guardia Civil de la existencia de un paquete de grandes dimensiones junto a un pilar del puente de la autovía A-3.
Tras ello, los agentes comprobaron que en el interior del paquete se hallaba el cadáver de una mujer en avanzado estado de descomposición, que presentaba múltiples fracturas y estaba envuelto en varias capas de cartón y plásticos.
Identificación de la fallecida
Debido al estado de descomposición del cuerpo y la ausencia de cualquier tipo de documentación, la Guardia Civil trató de identificar a la fallecida solicitando ayuda a través de los medios de comunicación. Asimismo, enviaron fotografías y datos del hecho al resto de las unidades de la Guardia Civil y a los demás Cuerpos de Seguridad, por si se tenía noticias de la desaparición de alguna persona con la tipología de la persona hallada.
A través de la Policía Nacional en Cuenca se tuvo conocimiento que se había denunciado la desaparición en Madrid de una mujer, cuyas características físicas coincidían. Posteriormente el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil junto con las autoridades venezolanas comprobó que la víctima era una mujer de 32 años de edad y nacionalidad venezolana.
En la investigación para esclarecer lo sucedido se localizó a una persona a la que la fallecida había denunciado en 2011 por amenazas y con la que había mantenido una relación sentimental.
Además, los agentes descubrieron que la víctima había mantenido una corta relación sentimental con un varón venezolano de 32 años de edad, la cual había finalizado hacía más de un año. Esta persona, se había presentado de forma voluntaria en la Comisaría de la Policía Nacional de Hortaleza en Madrid, confesando que había matado a esta mujer y que trasladó el cuerpo dentro del maletero de un coche y tras más de 200 kilómetros por la carretera, dirección Valencia, lo arrojo por un puente de la carretera.
A raíz de esta declaración el Juzgado de Guardia de Madrid, decretó el ingreso en prisión de este individuo como el autor del asesinato. La Guardia Civil continuó con la investigación, ya que el detenido modificó su primera confesión en varias ocasiones, exculpándose de los hechos, sin aclarar la autoría de los mismos. Se averiguó que el detenido pudo contar con la colaboración de más personas en la comisión del homicidio y posterior traslado del cuerpo.
Habían extraído de una cuenta de la fallecida más de 4.000 euros después de su desaparición.
En las investigaciones llevadas a cabo se averiguó que el detenido debía 5.000 euros a la fallecida y que además tenía importantes deudas con otras personas. Asimismo, se registraron diversos movimientos de una cuenta bancaria de la fallecida después de su desaparición y extracciones por más de 4.000 euros.
Con los análisis de todos los datos recuperados se confirmó la participación de cinco personas en los hechos investigados. Tres de ellos fueron detenidos en Madrid, otro fue imputado debido a que en el momento de la comisión de los delitos era menor de edad y la última implicada había huido de España, por lo que pesa sobre ella una orden internacional de detención y extradición.
Los detenidos junto con los efectos incautados han sido puestos a disposición del Juzgado de Violencia sobre la mujer nº 4 de los de Madrid.
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