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El arroyo de la Vega en Buenache de Alarcón llevaba sin limpiarse años, situación que se repite en muchos pueblos

El arroyo de la Vega en Buenache de Alarcón llevaba sin limpiarse años, situación que se repite en muchos pueblos

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
jueves 26 de junio de 2014, 23:02h

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“No creo que se haya debido tanto a la falta de limpieza del arroyo como a la gran cantidad de agua caída”, comenta un técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar a cuencanews. Lo cierto es que los vecinos describen como insólitas estas inundaciones, ello a pesar de que “hemos visto riadas casi anualmente aunque de menor intensidad”, ha explicado la alcaldesa de Buenache en CADENA SER Cuenca. Sin embargo, lo que nadie parece discutir es que la limpieza de los cauces, especialmente de aquellos que normalmente no conducen agua, es imprescindible para minimizar la gravedad de una riada. Más todavía si atraviesan de punta a punta pueblos como Buenache de Alarcón.

 

Según las diferentes fuentes consultadas por este medio, el arroyo de la Vega (que confluye en Buenache con otro pequeño cauce) llevaba sin limpiarse años. Según la Confederación del Júcar, esta tarea no es de su exclusividad ya que los tramos de cauce urbanos corresponden a la Administración competente y a los Ayuntamientos. De hecho, “en 2012 el Ayuntamiento de Buenache pidió permiso para limpiar el encauzamiento que discurre por el casco urbano y le fue concedido en 2013”, asegura el técnico antes citado. Lo que también reconoce es que no tiene conocimiento de que en los últimos años se haya conservado la parte del cauce que no pasa por el pueblo; un cauce en el que había crecido la vegetación hasta niveles poco seguros. El mantenimiento de los cauces no urbanos sí es responsabilidad exclusiva de las Confederaciones.

 

 

“Desde antes de llegar al pueblo el arroyo venía desbordado”, describe la alcaldesa. Buenache se encuentra a escasos 300 metros del embalse de Alcarcón, hasta el que llegan el arroyo de la Vega, que se nutre en la sierra de otros muchos barrancos habitualmente secos. La localización del pueblo es ideal para verse afectado por este tipo de fenómenos (más aún cuando se autoriza la construcción en zonas muy próximas a los cauces), de manera que es incomprensible cómo la limpieza del arroyo se ha extralimitado desde hace años a su cauce urbano.

 

 

 

En declaraciones a cuencanews, un concejal del Ayuntamiento asegura que la última vez que se limpió el encauzamiento urbano del arroyo fue en 2011 (en unas jornadas medioambientales en las que participaron los vecinos) y desde la Confederación se prohibió tocar la vegetación “por ser autóctona”.

 

La situación se repite en muchos municipios de la provincia ya que tras la firma de los convenios entre Diputación y las Confederaciones no suele llegar el dinero y, evidentemente, no se llevan a cabo las actuaciones comprometidas.

En el caso de Priego, lleva más de una década sin limpiarse el cauce urbano y no urbano del arroyo del Corzo, que protagonizó su última crecida en 2011. Los desperfectos fueron mínimos si se comparan con la avenida que inundó medio pueblo a principios de este siglo. No obstante, según el Esquema de Temas Importantes del año 2009 (ver imagen adjunta), elaborado por la Diputación de Cuenca como recomendación al Plan Hidrológico de Cuenca, “se han propuesto en varias ocasiones una serie de actuaciones en materia de encauzamientos que se han considerado primordiales para garantizar la seguridad de los bienes y personas de distintos municipios”, entre ellos Priego. Pese a todo y al compromiso de la Confederación Hidrográfica del Tajo, el arroyo del Corzo entra en el pueblo acompañado por una turba de zarzas.

 

 

Gabriel Arias

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