Los conquenses sufrieron en demasía en recepción, forzado por el cambio de altitud y la mala iluminación de la cancha, lo que no favoreció que desplegaran su mejor juego.
El sexteto titular fue Santi y Roberto como receptores, Fer y Cristian jugaron por el centro, Álex colocó y Vieco jugó de opuesto. Chule actuó de líbero titular y en el banquillo quedaron Crespo (líbero), Guillermo, David y Guillermo.
Los dos primeros sets fueron calcados, los conquenses hicieron la goma a lo largo del parcial, combinando acciones brillantes con errores no forzados que les lastraban y así consiguieron sumar 17 y 21 puntos respectivamente, focalizando el juego en los centrales y el opuesto. En el segundo set Palomares dio descanso a Santi, que volvió para intentar lograr la remontada que no llegó.
En el tercero los chicos de Fredy sabían que no se merecían presentarse en Almoradí para disputar una hora de juego, por lo que el inicio del tercer set fue más igualado hasta que se volvieron a distanciar los alicantinos. Los conquenses llegaron a igualar en 20 puntos el tanteo tras recuperar una desventaja de cinco, y una vez lograron ponerse por delante lucharon como jabatos hasta hacerse con el primer set por 25-27, algo que fue muy celebrado por los conquenses ya que implicaba abrir el casillero de sets frente a un equipo de un altísimo nivel.
En el cuarto sin embargo se repitió la historia de los dos primeros y al final los visitantes entregaron la cuchara, sabedores de la superioridad local. Palomares entró en el último tercio por Roberto y el final llegó tras un 25-19.
La semana próxima se recibe al Caravaca Año Santo 2017, duelo entre el noveno y décimo de la clasificación que tendrá un peso muy significativo para las aspiraciones de ambos en lo que queda de campaña. El partido se disputará el domingo día 2 a las 12:30 en San Fernando.