El día 23 de agosto, Luis Benito Segura sufrió un ICTUS y este es el relato de los hechos acaecidos.
Hacia las 15 horas, estando en su casa, en Masegosa (Cuenca), sufre un aparente desmayo, motivo por el que es llevado a Beteta, a unos 7 Km, en donde se encuentra el médico de guardia. El facultativo diagnostica un ICTUS y activa el “Código ICTUS” de la Comunidad de Castilla la Mancha. El código ICTUS se ha instaurado por la importancia vital de un tratamiento precoz y supone la comunicación al SESCAM para que envíe el medio de transporte más rápido posible, con frecuencia un helicóptero, y el aviso al neurólogo de guardia, que está en llamada exclusivamente para estos casos.
Desde el SESCAM se decide que no se desplace el helicóptero y se envía una ambulancia no medicalizada. El médico vuelve a llamar, pero envían una ambulancia convencional por no considerar necesario un medio más rápido.
Luis tiene registrada la llegada al hospital “Virgen de la Luz” de Cuenca a las 17:35. Según el testimonio del familiar que lo acompaña, una hija, se entrega el informe a la enfermera de triaje quien a su vez lo entrega, al parecer, a un médico que les refiere que esperen unos minutos.
A las 18:55, momento en que llega otro familiar, Luis se encuentra todavía en el pasillo, en una camilla, sin que haya recibido ningún tipo de asistencia - tenía una mascarilla únicamente- y al preguntar se comprueba que nadie del personal médico del equipo de guardia era conocedor de la existencia de un paciente con ICTUS desde hacía casi 90 minutos. Tampoco estaba el neurólogo responsable del código ICTUS, al que sí se había avisado al activar el código a las 15: 30 aproximadamente. De forma inmediata, ahora sí, se le hace un TAC craneal.
El informe del TAC es un ICTUS masivo de la arteria cerebral media derecha. Se avisa al neurólogo, en guardia localizada especialmente para ICTUS y que, como se dijo anteriormente, ya había sido avisado en su momento, pero ha transcurrido demasiado tiempo y las lesiones producidas se traducen en unas imágenes que contraindican la fibrinólisis por el alto riesgo de hemorragia.
Luis tiene una hemiparesia derecha que lo mantiene en la actualidad en una actitud totalmente dependiente. Está en rehabilitación, pero de momento está en una silla de ruedas y, además de no poder ponerse de pie, tampoco se mantiene sentado sin sujeción.
Ésta es la triste historia de mi padre al que le negaron la oportunidad de seguir siendo una persona autónoma, como lo fue hasta el día 23 de agosto de 2014. No puedo culpar, en este caso a la administración ni al sistema. Aquí tampoco influyeron los recortes, que son escandalosos. No, aquí falló un equipo de supuestos profesionales, que se comportaron sin profesionalidad y con una gran dosis de irresponsabilidad. Profesionales que, a la sombra de los recortes esconden su incompetencia. Espero que la denuncia de estos hechos sirva, al menos, para que se tomen las medidas necesarias que eviten actuaciones tan desastrosas como las ocurridas con mi padre. Desgraciadamente, por ahora, mi conclusión es: “ICTUS en Masegosa equivale a PASILLO en el Hospital Virgen de la Luz”.
Humildad Benito Heras
Si (
No(
