Pero la pareja de los primeros minutos fue la brasileña del Ademar, Joao y Leo Almeida inclinaron la balanza del lado local hasta lograr la primera ventaja notable, un 7-4 que provocó el tiempo muerto de los visitantes. En esta pausa, Richi desveló una de las claves del partido: “¡Seguimos corriendo! Ellos tienen un ritmo muy lento y no caemos en eso”, gritaba el comprometido jugador leonés. El Ciudad Encantada quería tranquilidad, el Ademar, rock, como el que sonará este viernes en el Palacio con God Save the Queen.
Así se llegó al minuto 18, cuando parecía aproximarse un tramo difícil para los maristas, los visitantes habían reducido la ventaja a dos goles y tocaba rotar al pilar del equipo, Aguirrezabalaga abandonaba la pista por primera vez. Pero entonces, apareció Piñeiro con dos goles para sobrepasar el bache sin mayores problemas.
Dani Gordo daba minutos a todos su jugadores, de hecho, a los 25 minutos solo quedaba un titular en la pista, Kristensen, además de Rogelio que empezaba su festival de paradas. En el Ciudad Encantada, Leo Renaud era el mejor hombre, dirigía y finalizaba los ataques visitantes a partes iguales. Antes del descanso, apareció Mikel Aguirrezabalaga para cerrar el marcador, como siempre en los momentos claves, con el 16-13 para el Ademar al final del primer tiempo.
Segunda parte, el tiempo de Rogelio
En la segunda parte no hubo demasiados sobresaltos, Rogelio evitó cualquier posibilidad de sufrimiento final. El Ademar estaba ofreciendo un juego muy serio, sólido en defensa con el sistema 5-1 y solvente en ataque, con unos minutos brillantes de Joao. Pero la ovación del Palacio fue para el guardián de la portería, Rogelio crecía con cada intervención y, por tanto, los rivales lo veían más y más grande.
El único momento de dudas llegó en el minuto 53, cuando el Ciudad Encantada parecía amenazar la ventaja del Abanca Ademar, aunque esta seguía siendo de cinco goles. Para evitar sustos, Dani Gordo pidió tiempo muerto, trataba de buscar soluciones a las dos defensa mixtas que usaban los visitantes. En la reanudación, un gol de Mikel acabó con todas las esperanzas del equipo de Cuenca, otro latigazo en el momento justo.
Al final, el Ademar venció con una ventaja de 8 goles y ya nadie se acordó del compromiso que horas antes cumplía la plantilla con su patrocinador principal, el Abanca, o quizás sí, la economía del club agradecerá el acuerdo mientras la afición disfruta del resultado y la entrega de sus jugadores.
Ficha técnica
Abanca Ademar (16+19): Llamazares (Biosca); Mellado (1), Aguirrezabalaga (6), Da Silva (7), Almeida (3), Vejin (6), Carrillo (2 p); Kristensen (4), Rodrigo Pérez (1), Molina (1), Piñeiro (3), Vega (-), Richi Díez (-), Dimitrevski (-), Jaime Fernández (1).
Ciudad Encantada Cuenca (13+14): Oliva (Ibáñez); Acedo (1), Mendoza (-), Valles (2), Frade (4), Renaud (9, 2 p), Balaguer (6); Tolmos (-), Tambá (2), Marchan (1), López (1), Fernández (1 p).
Árbitros: Bqk y Ciesielski (Polonia). Excluyeron por dos minutos a Piñeiro, Vejin, Aguirrezabalaga y Richi Díez (2) por el Ademar, y a Frade, Balaguer y Mendoza por el Cuenca.
Marcador cada cinco minutos: 1-2, 6-4, 9-6, 12-9, 13-10, 16-13 (descanso); 19-14, 22-17, 25-19, 28-22, 30-26, 35-27 (final).
Incidencias: Encuentro adelantado a la undécima jornada de la Liga ASOBAL disputado en el palacio municipal de deportes ante unos 2.000 espectadores.
Adrián del Campo
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