Tras una semana convulsa por el “caso Pituli” en la que en Cuenca se ha estado hablando de todo menos de fútbol, por fin echaba a rodar el balón en la Fuensanta, donde todo lo extradeportivo no serviría para conseguir los tres puntos. El Conquense comenzaba con muchas ganas, proponiendo un juego de ataque en los primeros minutos de juego, pero sin claridad en los metros finales. El Toledo no lograba enlazar buenos pases cerca del área del Conquense, pero aún así la mejor ocasión de la primera mitad sería suya; Rufino remataba en el área pequeña un pase de la muerte y Bernabé lograba mandar el balón a córner con una gran parada. En la siguiente jugada llegaría la polémica del partido; Varela comenzaba la jugada con una arrancada de las suyas, y Airam enviaba un pase que dejaba a Salero solo frente al portero tras una falta al borde del área y, al intentar regatear al portero, el jugador local se deja caer intentando provocar el penalti; pero el árbitro no pitó pena máxima y sancionó con amarilla a Salero.
El partido se enfrió un tiempo sin haber ninguna ocasión importante, tanto fue así que lo más destacable en esos minutos fue la retirada por lesión de Picón; Sendoa era el hombre que entraba en su lugar. El Conquense lo intentaba sin éxito hasta que en el 43 el Toledo llevó una contra mortal, en la que tras una serie de imprecisiones de la defensa blanquinegra dentro del área, Barranco enviaba al fondo de la red un gol que le daba una ventaja al Toledo que no reflejaba lo visto en el terreno de juego.
Con la reanudación llegaban otra vez las necesidades, el Conquense veía que necesitaba hacer algo más para lograr llevarse algo del partido y dio un paso al frente pero, como también ha estado ocurriendo en muchas ocasiones, no encontraba la forma de meter gol en la portería rival. El Toledo por su parte, se limitó a esperar al contrario y a buscar una contra con la que matar el partido. Tan poca claridad tuvo la Balompédica en ataque que la única ocasión tuvo que esperar hasta el 88 cuando, a la desesperada, Varela ponía un balón al área y Adrián enviaba a las nubes un remate desde dentro del área pequeña. El partido no dio más de sí y con esta derrota, en un encuentro muy flojo por parte de los locales, se llegaba al final.
Pese a esta nueva derrota la situación del Conquense en la tabla no varía y sigue a tres puntos de la promoción para la permanencia. La semana que viene visitarán al filial del Atlético de Madrid, uno de los rivales más directos en la lucha por la salvación.
Diego Aragón
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