www.cuencanews.es

La Era Ecológica: una alternativa real

Por Redacción
x
localcuencanewses/5/5/16
viernes 22 de mayo de 2015, 10:04h

google+

Comentar

Imprimir

Enviar

Hace ya muchos años que empezó a gestarse el movimiento ecologista. Décadas a lo largo de las cuales se ha ido acumulando una cantidad ingente de conocimiento sobre esta materia. Este movimiento ha cristalizado en la teoría y práctica de la ecología política puesto que los partidos verdes se han introducido en diversas administraciones publicas en varios países donde han participado y participan de las decisiones políticas.

 

 

Se ha constituido una alternativa real y necesaria frente a las ideas, un tanto trasnochadas, del resto de los partidos políticos, incluidos los de reciente creación. Esta es una respuesta reformadora, capaz de introducir cambios en la política y la economía para que podamos conseguir un mundo mejor, un mundo viable. He aquí algunos de los elementos de esta alternativa.

 

Una idea clave es la sostenibilidad. Tal y como vivimos, nuestra forma de producir y consumir es absolutamente insostenible. No podemos seguir consumiendo recursos naturales al ritmo que lo hacemos porque son limitados. Por tanto hemos de ir hacia formas de producción sostenibles donde adquiera un peso importante lo local.

 

Las políticas deben tender hacia el decrecimiento. Sin embargo los partidos situados fuera del paradigma ecológico tienen como principio fundamental el crecimiento del PIB como solución al problema del desempleo. Pero este no es un objetivo realizable. Con la actual capacidad productiva es irreal llegar al pleno empleo puesto que la cantidad de producción debería ser enorme, incluso superior a las necesidades de consumo y el planeta no podría soportar ese nivel de deterioro y de contaminación. Especialmente cuando nuestro modelo energético actual se basa en los combustibles fósiles causantes del cambio climático. Es imprescindible introducir un nuevo modelo energético basado en las energías renovables y generador de empleo verde.

 

Además el sistema capitalista actual no es capaz de producir una justa redistribución de la riqueza. Genera grandes bolsas de pobreza y marginación que originan sufrimiento y conflictos en la población. Persisten, al mismo tiempo grandes desigualdades entre hombres y mujeres. No sólo en los países en vías de desarrollo sino también en los países desarrollados.

 

Es necesario avanzar hacia un reparto del trabajo y de la riqueza más justo y equilibrado. Esto hace necesaria una disminución progresiva de la jornada laboral y una fiscalidad justa y progresiva donde no tiene cabida la existencia de los “paraísos fiscales”. Éstos y la gran influencia de los grupos de poder –lobbys- son incompatibles con la transparencia y la democracia real.

 

El crecimiento indefinido del PIB no es la solución y, además, este indicador macroeconómico no sirve para medir el bienestar de la sociedad. A partir de un determinado nivel de crecimiento el PIB deja de suponer un incremento de la calidad de vida de los ciudadanos.

 

Debemos ir produciendo un cambio de rumbo en la economía que la haga menos competitiva y más cooperativa. Una economía que introduzca la ética en el mundo empresarial donde se valore a las empresas no principalmente por sus beneficios financieros sino por su contribución al bien común. Este debería ser su principal objetivo. De esta forma los beneficios puramente económicos de la empresa se situarían en un segundo plano valorándose prioritariamente aspectos como el trato adecuado a los trabajadores, su contribución a la igualdad entre hombres y mujeres o el cuidado del medioambiente. Actualmente la empresa, especialmente las grandes empresas, olvidan que su fin último es ponerse al servicio de la sociedad y no servirse de ella para sus propios fines.

 

Los verdes pensamos que desde el ámbito autonómico se puede y se debe contribuir al logro de estos grandes objetivos. Es decir, a la consecución de una economía sostenible respetuosa con la naturaleza, con menos desigualdades, capaz de redistribuir la riqueza y el trabajo. A un sistema productivo tendente al decrecimiento, valorando la solidaridad frente a la competitividad y las aportaciones de nuestras empresas al bien común más que los beneficios financieros de las mismas.

 

Se debe contribuir, así mismo, a un nuevo modelo energético, generador de empleo verde, que evite el progresivo calentamiento global.

 

Esta es la alternativa real y necesaria. Hemos entrado ya en la Era Ecológica.

 

 

Miguel Ángel Villalvilla

Los Verdes Cuenca-Grupo Verde

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios