La jornada del sábado con “El sapo” con el pregón del suero y la quema del sapo que en esta ocasión trató uno de los principales problemas de nuestro país “el paro”.
El domingo se vivió el día grande de esta fiesta. Por la mañana, en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, se celebró la Función de Ánimas"; ya por la tarde, en la plaza de la ermita de El Santo, se pasó a ofrecer a las Ánimas Santas. Durante este ofrecimiento, las danzantas no pararon de danzar mientras acompañaban a jóvenes y mayores para hacer sus ofrecimientos.
El lunes se celebró la misa de los difuntos y por la tarde se llevó a cabo la representación final del trabajo de meses, que culminó con la renovación o cambio de oficios: capitanía, bandera, banderín y junco. Se volvió a hacer el "paloteo", la danza de la "cruz", el "vergel", el "cordón", etc. Se representaron la batalla, las cintas y las relaciones.