Las cifras avalan, pues, la apuesta de la Diputación por esta feria, que se ha convertido en una de las más atractivas para el sector artesano de nuestro país. No en vano, a pesar de incrementar el número de expositores hasta el centenar, más de cincuenta se quedaron fuera tras haber ocupado la totalidad de los 3.200 metros cuadrados disponibles en el recinto ferial de la Hípica.
El público ha vuelto a responder magníficamente a esta feria; algo que, según García Casado, ha quedado más que patente en el volumen de negocio, que el Patronato de Desarrollo Provincial ha estimado en torno a los 130.000 euros, sin tener en cuenta las ventas que se puedan producir en próximas fechas.
Al respecto, la presidenta del Patronato ha llamado la atención sobre el incremento experimentado por las ventas con un montante comprendido entre los 501 y los 1.000 euros, que, precisamente, han sido las mayoritarias, seguidas de las de entre 1.000 y 1.500 euros; las de hasta 500; y, por último, las de más de 1.500 euros.
Muestra del buen nivel de ventas, bien puede servir la gran cantidad de compradores que han participado en los dos sorteos diarios de 100 euros cada uno para gastar en la feria; una novedad que también ha obtenido una más que excelente acogida.
Tanto público como expositores han resaltado la calidad del montaje y decoración de los stands, además de la elevada calidad de los productos expuestos por el centenar de artesanos, sin dejar a un lado la charla-coloquio sobre iconos o los cinco talleres en vivo, que congregaron a numeroso público a lo largo de los cinco días de la feria.
Calidad que también se ha visto plasmada en el Concurso Obra Artesana, que ha dificultado, y mucho, al jurado la elección de las tres piezas ganadoras.
En definitiva, la 30ª Feria de Artesanía de Cuenca no solo ha cumplido con los objetivos iniciales, sino que ha superado las expectativas, resultando un año más excelente tanto en calidad como en organización y servicios.
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