Los populares han informado que este lunes todavía había en el Hospital conquense siete habitaciones con tres pacientes ingresados en cada una de ellas, con el detrimento que esto supone para la calidad asistencial de los enfermos y la vulneración a los derechos de los pacientes.
Además, han explicado que hay varios pacientes que tienen el parte de ingreso pero que no pueden subir a planta porque no hay habitaciones, llegando hasta el punto de bloquear camas de la Sala de Observación de Urgencias.
“De nuevo nos encontramos ante un tremendo caos en el que los únicos perjudicados son los propios pacientes y los mismos profesionales que están redoblando esfuerzos para atender a los enfermos”, lamentaban desde el PP.
Asimismo, desde la Comisión de Sanidad han señalado al Gobierno de Page, a la dirección de Sescam y a la Gerencia de Cuenca como “los verdaderos culpables de esta situación tan grave que está viviendo la sanidad conquense, por su irresponsabilidad, su falta de previsión y su pésima gestión de los recursos a la hora de afrontar una crisis y haber podido evitar que se colapsen las urgencias y que se tengan que hacinar a los pacientes”.
Propuesta de resolución del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha
La Comisión de Sanidad ha explicado como el Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha presentó el pasado jueves una propuesta de resolución, votada en contra por Podemos y PSOE, en la que se instaba a la Cámara autonómica a reconocer el esfuerzo y profesionalidad del personal del Sescam que están dando la cara ante la nefasta gestión sanitaria que se viene produciendo; respetar el derecho de los profesionales a trasladar ante las instituciones, la prensa o donde estimen pertinente el mal funcionamiento de la gestión sanitaria; proceder a la contratación inmediata de médicos, enfermeras, auxiliares y celadores necesarios para que los servicios de urgencias presten una atención de máxima calidad, así como cubrir el 100% de las bajas que se produzcan; y proceder a la apertura inmediata de las camas que el Sescam, y el propio Martínez Guijarro, reconoció que existían pero que estaban cerradas.
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