Pregunta-. ¿Cuánto tuvo que ver la arquitectura a la hora de elegir “La Mejorada” como el lugar donde crear sus vinos? ¿Cómo fue la reconstrucción de las instalaciones?
Respuesta-. Que el lugar contase con una historia tan rica y con una construcción tan valiosa como la Capilla Mudéjar, presente en todas las historias de la arquitectura española y monumento nacional desde el año 1931, contribuyó decisivamente a que me animase a emprender la aventura de instalar una bodega en él. Y digo aventura porque el estado en que se encontraba La Mejorada era realmente deplorable. La intervención en los edificios existentes se ha ido haciendo a lo largo de los años con toda la atención y cuidado de que hemos sido capaces y hoy puede decirse que la visita a La Mejorada no defrauda.
P-. Según su punto de vista, ¿en qué se parecen la enología y la arquitectura?
R-. En la arquitectura y en la enología el suelo es siempre importante. Hay que contar con él para cualquier cosa que se haga. Cimentar bien un edificio, entender el lugar, es crucial. Y otro tanto ocurre con un viñedo. Por otra parte, el tiempo, el paso del tiempo, los años, lejos de ser un inconveniente ayuda a un buen vino y eso es algo que también se hace sentir en la arquitectura.
P-. ¿Qué tipo de vino prefiere un navarro de cuna como usted, que ha viajado por todo el mundo y que produce vino en Castilla?
R-. Ha sido el azar el que me ha traído a Castilla. Pero una vez aquí debo decir que los vinos de esta tierra, de suelos arenosos, graníticos, entre el Adaja y el Eresma, siempre se han distinguido por su equilibrio, su finura y por una cierta sutileza que me gustaría estuviera presente en los vinos de La Mejorada.
P-. ¿Qué expectativas albergan sobre FENAVIN 2017?
R-. Es el primer año que acudimos. Siempre hemos oído decir que es una feria activa y animada, a la que venimos por tanto con el mayor interés.