www.cuencanews.es

Ni contigo ni sin ti

Por Redacción
x
localcuencanewses/5/5/16
lunes 04 de enero de 2016, 01:33h

google+

Comentar

Imprimir

Enviar

Segundas partes nunca fueron buenas, al menos eso dicen los entendidos del celuloide. Ahora bien, a cada uno le toca decidir si el mal menor reside en unos segundos comicios o en un segundo tiempo de Rajoy en la Moncloa pues, viendo cómo está el patio, salga quien salga embestido -que no solo investido- lo tiene crudo para aguantar los cuatro años de legislatura. Estamos ante un periodo de transición, un “todavía no”, que antes o después deberá concretarse.

En mi anterior artículo resumí los resultados electorales dando por ganadores a la antigua derecha y a la nueva izquierda y hoy, viendo cómo cada uno sigue acercando el ascua a su sardina y el fantasma de las elecciones primaverales se aparece con mayor asiduidad, me gustaría jugar a vaticinar lo que se nos podría venir encima. Todo ello más allá de los miedos de estabilidad y gobernabilidad que desde los dos grandes grupos, y con la aquiescencia de Ciudadanos, se empeñan en meternos hasta los huesos. ¿Tanto temen a Podemos que ya solamente les queda ignorarlo?

 

Tras el desastre negociador de Rajoy -¿qué esperaban del señor del plasma y de la retirada?- la pelota está en un PSOE que, haga lo que haga, ya ha perdido. Perdió escaños, pierde capacidad de liderazgo y perderá tanto si pacta a lo grande con su archienemigo como si lo hace bajándose los pantalones de la unidad con Podemos. Ante tantas pérdidas no parece tan arriesgado lanzarse a la piscina de las elecciones una vez más. De perdidos al río, eso es cierto… casi tanto como ese otro dicho que nos recuerda los pingües beneficios de los pescadores cuando el ídem está revuelto pero, ¿quién es pescador y quién es pescado en todo este pitote?

Justamente es ahí, en el caos de la incertidumbre o en la esperanza de la negociación, donde el bipartidismo se lame las heridas y donde tanto el PP como Podemos se frotan las manos y afilan sus armas. De volver a las urnas en este póker descubierto con cartas trucadas -no olvidemos la ley electoral- es lícito pensar que la derecha engrosará sus filas perdonando esas pequeñas y anaranjadas canas al aire, pero también que Podemos, habiendo aplastado esas irrisorias encuestas que lo daban casi por desahuciado, quiera tomarse la revancha a costa de los despistados de la rosa y algún que otro desencantado ante la inexistente neutralidad. El bipartidismo murió con las últimas elecciones pero renacerá, ideológicamente hablando (izquierda-derecha), si volvemos a ser consultados. Tras echar una ronda en este particular juego de las sillas musicales, las posiciones han cambiado pero las reglas quizá no tanto.

Ya que hablamos de juegos tampoco estaría de más señalar esa Izquierda Unida que al quedarse fuera en estos envites y faroles, propios de un mus a cuatro, le da por jugar con sus siglas al veo-veo. Tarde, mal y nunca. En el mejor de los escenarios otro grupúsculo más -por mucho que se empeñen en negarlo- a engrosar las filas de la indignación, ya tranquila, que saca partido a su voto.

Segundas partes nunca fueron buenas, termino como empecé, pero siempre hay honrosas excepciones. ¿Podrá contraatacar el imperio de la derecha al resurgir de esta inquieta izquierda? Esta nochevieja, sorprendido al ver a Bertín junto a Arévalo dando la nota, un escalofrío me recordó lo lentos y difíciles que suelen ser los cambios y que las victorias, aunque pequeñas, hay que saber disfrutarlas a tiempo. Precisamente será el tiempo, junto con el empecinamiento de las dichosas líneas rojas, el que dará pronto la razón a quien tenga que darla y, mientras tanto, pierden los mismos de siempre.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios