Los dirigentes del Partido Popular en Castilla-La Mancha y en Cuenca utilizan el victimismo como una de las señas de identidad de su actividad política. Aunque sea de forma injustificada, se dedican prácticamente a diario al lamento y el quejido pero, claro, la realidad es tozuda y demuestra con hechos quién es quién.
Ahí es donde la presidenta del PP en la región se “retrata”. Y no sale bien parada. El último ejemplo lo hemos tenido en FITUR, al margen de la perla de las “casas colgantes”, que revela el verdadero desconocimiento y desinterés hacia la región que aspira a gobernar.
Pues el día 20 de enero, jornada dedicada a Cuenca, la señora Cospedal, acompañada de su séquito popular del Ayuntamiento de Cuenca, evitó deliberadamente saludar al presidente de la Diputación de Cuenca dando un rodeo por la parte trasera del stand provincial. Un detalle que dice mucho, en negativo, de la actitud de esta señora que no es capaz de respetar las mínimas normas de cortesía institucional. ¡ Si esto lo hace en la oposición…!
Y no es la primera vez. Hace dos años, visitó la Diputación Provincial acompañada por los diputados populares y optó por hacerlo “por lo bajinis”, sin presentarse ante nadie y haciendo el recorrido “de tapadillo”. Allá cada cual. Quién no tiene nada que ocultar no tiene por qué esconderse.
Carmen Torralba
portavoz del Grupo Socialista en la Diputación Provincial de Cuenca
Si (
No(
