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23 F: ¡¡Nunca Más¡¡

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
miércoles 23 de febrero de 2011, 11:03h

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Se cumplen 30 años del intento de golpe de Estado a manos de miembros del Ejército y de la Guardia Civil. Una trama golpista que llegó cuando la nueva experiencia democrática en España apenas empezaba a caminar tras cuarenta años de una de las dictaduras más sangrientas y crueles de la época contemporánea.

Aquellas horas fatídicas para la historia reciente de nuestro país nos cogieron a algunos con apenas doce años cursando los estudios de 7º de la EGB (equiparable a 1º de la ESO). Por la mañana recuerdo estar en la clase con el  maestro más pendiente de la radio que de los alumnos. Aunque intuyo que su atención y expectativa no eran por miedo a que triunfara el atentado contra la Democracia y sus representantes sino por todo lo contrario. Un triunfo que hubiera supuesto una vuelta a lo más oscuro y cruento de nuestra historia, que ya podíamos deducir a pesar de nuestra corta edad.



Un episodio en un pueblo de la Mancha, Mota del Cuervo, donde el compromiso político siempre ha sido una de sus señas de identidad. Y donde la base social y electoral de la izquierda era y sigue siendo mayoritaria, como lo demuestra que en las primeras elecciones municipales de 1979 el PCE logró la Alcaldía y 30 años después otro joven Alcalde pertenece a IU.

Hay teorías que defienden que en Cuenca el golpe de Estado se afrontó con serenidad y tranquilidad. Pero creo que hubo mucha gente, gente de izquierdas pero sobre todo responsables y cargos públicos del PCE, que en sus pueblos, sin las posibilidades de información y comunicación inmediata que ahora tenemos, recibían con suma inquietud y preocupación lo que con cuentagotas se sabía de lo que estaba pasando en Madrid o en Valencia donde los tanques salieron de los cuarteles. Creo que supera la leyenda el hecho que “el Partido” (PCE) organizó toda una operación de salvaguarda y refugio de los principales dirigentes y cargos públicos.

También se cuenta que hicieron desaparecer documentación de las sedes políticas y sindicales de la izquierda. Un escenario muy alejado de la serenidad y la tranquilidad, sino todo lo contrario. Había mujeres y hombres que no podían dejar de echar la mirada atrás y sentir pánico y miedo por lo que pudiera suponer el triunfo de un movimiento armado antidemocrático y golpista.

Todavía no conocemos todas las verdaderas circunstancias e intríngulis que rodearon este episodio tenebroso pero al mismo tiempo tragicómico del 23 de febrero de hace treinta años. Ahora parece que nos “regalan” graciosamente alguna que otro documento-acta sobre este hecho histórico. Pero desgraciadamente ni los investigadores e historiadores pueden acceder aún a las grabaciones de las conversiones telefónicas que se sucedieron entre los días 23 y 24 de febrero de 1981, entre quienes accedieron al interior del Congreso de los Diputados con la intención de acabar con el orden democrático y sus contactos con el exterior. Unas grabaciones de las que el gobierno de Rodríguez Zapatero “no tiene constancia” de su existencia según  una respuesta dada al diputado de IU, Gaspar Llamazares, después de un año de realizar una pregunta parlamentaria.

El 23 F fue una de las mayores y chapuceras maniobras político-militares que recuerda la historia de nuestro país: contra el orden establecido, contra la propia Constitución española, contra sus leyes y contra la pacífica convivencia de todos sus ciudadanos, como afirma el Coronel y escritor Amadeo Martínez Inglés

Y para aquellos nostálgicos de tiempos negros y oscuros, sobre todo a los más jóvenes, recuerden que este  país no necesitaba ni necesita salvapatrias. Y lo hago recitando como hacía Víctor Manuel en 1981: “Cuando hablen de la patria no olviden que es mejor sentirla a nuestro lado que ser su salvador. Por repetir su nombre no te armas de razón, aquí cabemos todos o no cabe ni Dios”.

 

A. Luis Castellano Bobillo

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