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No es la crisis, es la lucha de clases

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
jueves 12 de abril de 2012, 17:32h

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Por todos los sitios, desde todos los flancos se viene produciendo como en oleadas el más inmenso ataque perpetrado contra la clase trabajadora en este país. Pero debemos analizar en el tiempo lo que está sucediendo y posiblemente lleguemos a encontrar alguna explicación.

Desde el comienzo de la tan manoseada “crisis” estamos asistiendo en casi todos los países de Europa (por ir acotando espacios) a una verdadera lluvia de medidas que nos quieren vender como “necesarias aunque no gusten”, con más o menos intensidad en función del país de turno.



Parece que la “crisis” haya sido una aparición, un fantasma que desconocíamos y que nos coge con el paso cambiado, y toda medicina para frenarla consiste en “recortes”.
Esta visión no es nada nuevo en la Historia. Es una más de las crisis cíclicas del sistema capitalista. El sistema tiene que reajustarse para seguir funcionando y obtener beneficios. Para ello no tuvieron  problemas en montar guerras, enfrentar a trabajadores en dos bandos invocando los intereses de la patria de turno. Podríamos analizar por donde vinieron las dos Guerras Mundiales, pero es un tema muy, muy complejo.

Ahora el capitalismo hace su trabajo: poner de excusa la crisis que nos aplasta para 1): expoliar todos los servicios públicos, pasándolo a manos privadas para que unos cuantos hagan negocio redondo y ganen dinero a costa de la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales: algo que es de todos, que ha costado muchos sacrificios conseguir, que deben ser universales y gratuitos porque los pagamos ya con nuestros impuestos y son los que benefician más a aquellas personas con más necesidades.

 


Vuelven a cargar y nos hablan de un nuevo ajuste de más de 10.000 millones de Euros en los dos primeros conceptos. Tienen la desfachatez de querernos vender el re-pago sanitario como un reparto progresivo, en función de los ingresos de cada uno, y así se apuntan una medalla “progre”. Nada más lejos de la realidad. Lo que están diciendo es que vamos a pagar todos por estos servicios, y presumiblemente quede una Sanidad asistencial a modo caritativo para los casos de excepcional desamparo. 2) Acabar con la regulación laboral y los más básicos derechos de los trabajadores, rematando de paso el movimiento sindical, de tal forma que el patrón podrá despedir sin ni tan siquiera justificar que haga falta para luego contratar con salarios ínfimos. Negocio redondo también. Ante el miedo y la necesidad  la gente hará lo que sea al precio (salario) que sea.

Lo mismo con la Educación: cerrojazo al dinero para la enseñanza pública pero ni un recorte para financiar los colegios privados.
Pero todo esto lo están aplicando en todos los países: Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, Francia….


Y ¿Cómo se posibilita esto? Hace algunos años Izquierda Unida preconizaba aquello de “No a Maastrich” ¿recuerdan? Decíamos que esa no era la Europa de los trabajadores, sino la de los mercaderes. Nos colocaron ese Tratado. Intentaron meternos con calzador una Constitución Europea, donde con aquella base solo se facilitaban los negocios de las transnacionales y los bancos, pero no hablaba para nada de las condiciones de los trabajadores: para ellos no había una Europa común. Posteriormente el sistema nos metió en el Euro: caramelo envenenado, porque era imposible armonizar una moneda común con unas economías nacionales absolutamente dispares, y dejando sin instrumentos de política económica a los gobiernos nacionales. Eso era empezar la casa por el tejado.


Pero tuvieron buen cuidado en no eliminar los “paraísos fiscales” que existen en nuestro continente y dentro de la Unión Europea. ¡Qué ironía! Estos lugares quedaban fuera de sus objetivos.

Y ahora vienen los colaboradores necesarios: en Europa, tanto socialistas (en España PSOE) como conservadores (en España PP) formaban los sucesivos gobiernos que pasaron por los distintos países. Dichos gobiernos, todos a una y sin discrepancias hicieron lo que el sistema les exigía, como buenos títeres del capitalismo que ambos son: facilitar el tema legal para que el sistema se ponga la chaqueta que mejor le sienta en ese momento.
El último paso: modificar las Constituciones. En España PP y PSOE tuvieron la caradura de hacerlo con un Parlamento ya fuera de juego, al estar convocadas las Elecciones Generales de Noviembre de 2011, sin consultar con nadie y poniéndose de acuerdo en horas.


Ahora vienen los llantos: nos dicen que es necesario hacer lo que tienen que hacer porque así lo requiere Europa: Mentira, así lo exige el sistema capitalista y para eso ya han preparado sus lacayos las Leyes, y como observamos no pasan por perseguir a los defraudadores, sino en premiarlos con una “amnistía fiscal”. Como siempre, el sistema capitalista se blinda por todas partes.
El sistema da su vergonzosa respuesta: se silencia a estas “gentes de bien”, patriotas donde los haya, a los que nunca denunciará ni nombrará, pero siempre ayudará.

Pero nada hay escrito de forma eterna, y nada hay inamovible en el mundo. En la medida en la que los trabajadores luchemos y nos movilicemos ante este estado de cosas, las situaciones se podrán modificar.

Conviene repasar una vez más a Carlos Marx, tan actual como hace más de siglo y medio. La lucha de clases sigue existiendo. En la medida en que los trabajadores tomemos conciencia de clase, más fácil será acabar con este ataque intolerable que estamos sufriendo. Nada se nos ha regalado nunca a los trabajadores, todo se ha conseguido con la lucha obrera.

Algunos creerán que se debe modificar la terminología, que parecería anticuada, pero la realidad es la misma llámese como se llame.



ANA MARIA SANCHEZ DOMINGO
COORDINADORA PROVINCIAL DE IZQUIERDA UNIDA-CUENCA





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