En este sentido fue vital la colaboración del Ayuntamiento de Cuenca y de la Policía Local que organizó un operativo con el fin de que los motoristas estacionasen sus vehículos en plena plaza Mayor y pudieran realizarse fotografías y hacerse fotos en la zona, dando ambiente y colorido a la mañana dominical en la ciudad.
Nada más llegar a la plaza, los motoristas, encabezados por el representante de los Amigos Moteros de Cuenca, Gerardo Rubio, y el presidente del Motorclub Albacete, Sebastián Sánchez fueron recibidos por el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cuenca, Darío Dolz y el concejal José Ignacio Nicolás que se fotografiaron junto a la numerosa expedición en las escaleras de la catedral de nuestra ciudad.
Posteriormente, junto con las autoridades se hizo entrega de un cheque de unos doscientos euros al Banco de Alimentos de Cuenca, representado allí por su presidente, Antonio Villaseñor, gracias a las aportaciones de los moteros participantes y a la colaboración del restaurante El Coto de San Juan.
De este modo, Amigos Moteros de Cuenca y el Motorclub Albacete quisieron hacer compatible su pasión por las motos con un gesto solidario hacia aquellas personas que lo están pasando realmente mal, con el fin de solventar en parte su delicada situación.
Desde los Amigos Moteros de Cuenca saben que las motos son un pasión, pero no quieren dar una imagen fría y distante de la sociedad, sino que quieren volcarse con aquellos que lo necesitan.
Programa
La jornada comenzó sobre las doce y media de la mañana cuando llegaron las motos desde Albacete y a la entrada por la ciudad fueron escoltados por la Policía Local, para hacer un recorrido por Hermanos Becerril y Ramón y Cajal y dar un tranquilo paseo por la Hoz del Huécar que desembocará en el Casco Antiguo de nuestra ciudad.
Una vez en el Casco Antiguo las más de cien motos quedaron aparcadas en el Casco Antiguo de nuestra ciudad, donde, tras la recepción oficial y la entrega del cheque, los motoristas disfrutaron de un paseo por la zona en una mañana de tiempo realmente espléndido.
Para finalizar la jornada, los participantes compartieron un almuerzo en un entorno inigualable como es la iglesia de San Miguel, justo antes de que la expedición albaceteña regresara a su ciudad sobre las seis de la tarde.