Al mediodía, la iglesia parroquial ha servido de punto de partida para la procesión con la imagen de la Patrona, la Virgen de la Purificación en advocación a la Candelaria, y con la tradicional torta de alajú de unos 250 kilos peso. Prieto, junto al alcalde del municipio y diputado provincial, Emiliano Romero, ha acompañado a los vecinos en el recorrido procesional hasta regresar al templo parroquial, donde ha tenido lugar la Misa Mayor en honor de la Patrona.
Una treintena de mayordomas y mayordomos han sido los encargados de elaborar la tradicional torta de alajú, que ha conllevado varias semanas de preparativos. Algo que no es de extrañar, si se tiene en cuenta que en su elaboración se han utilizado 60 kilos de almendras y 100 de miel, a los que hay que sumar las conocidas como ‘garabatas’, las cortezas de naranja y la canela.
Una exquisita y peculiar tarta que será repartida en unos días entre los vecinos del pueblo por parte de los nuevos mayordomos y cuya recaudación servirá para hacer frente a los costes de producción.