Un acto vandálico en la Calle Antonio Machado de Cuenca se ha convertido en una lección educativa para un joven, que ha participado en la limpieza y reparación de los daños ocasionados, demostrando que asumir responsabilidades puede ir más allá de una sanción económica y fomentar un aprendizaje profundo y duradero.
Un acto vandálico en un inmueble de la Calle Antonio Machado se ha convertido en una oportunidad de aprendizaje para un joven tras las medidas adoptadas por la Policía Local de Cuenca.
El joven, responsable de realizar un graffiti, ha participado activamente en la limpieza y reparación de los daños ocasionados, asumiendo su responsabilidad desde el primer momento. Esta actuación ha sido valorada como un ejemplo de cómo las respuestas educativas pueden generar un impacto real y duradero.
Según la Policía Local, este tipo de medidas van más allá de la simple sanción económica, permitiendo al infractor restaurar lo afectado, reflexionar sobre sus acciones y comprender el daño causado. La institución destaca que cuando la respuesta es educativa, el aprendizaje se profundiza y se mantiene en el tiempo.
En palabras del cuerpo policial, “en una ciudad como Cuenca, cada gesto cuenta. Construimos ciudad cuando construimos conciencia”, subrayando la importancia de inculcar valores de respeto y responsabilidad a través de la práctica y la reflexión.