Tras esto, asistimos a partir del 1 de Enero a la eliminación de la dedicación exclusiva de los diputados, censurada por la Unión Europea al vulnerar la Carta Europea de la Autonomía Local.
Para Ana María Sánchez este cambio radical de la Sra. Cospedal no es más que otro golpe de timón de carácter absolutista, para desmantelar en la medida de sus posibilidades el papel de los representantes elegidos democráticamente por la soberanía popular y acabar con los principios esenciales del pluralismo político y acceso en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos que consagra la Constitución Española (art. 11 y 23) a la que tanto se agarra la presidenta cuando la interesa a ella.
Posiblemente no nos encontraríamos en esta situación si el PSOE no se hubiera empeñado en mantener una ley Electoral profundamente antidemocrática, que de no ser así ahora recogería un Parlamento autonómico más plural y acorde a lo que se los ciudadanos votaron.
Resulta particularmente rechazable la excusa de carácter populista y corte totalitario que utiliza la presidenta y que justifica como un ahorro necesario. Esto es incierto, porque lo esconde la medida es eliminar los cargos electos para sustituirlos por cargos elegidos a dedo:
Asesores, liberados, altos cargos, etc. Y esto lo decimos porque es así:
Presupuesto de las Cortes de Castilla-La Mancha con 49 diputados: 8.696.000 Euros
Compárese con el siguiente dato:
Presupuesto en 2011 para la Presidencia de la Junta: 36.000.000 Euros
Presupuesto en 2014 para la Presidencia de la Junta: 57.975.980 Euros
En ese capítulo de la Presidencia va incluida la Alta Dirección de la Junta.
De esta forma, y con la excusa de la crisis se pretende excluir a la mayoría social, a los trabajadores y trabajadoras, de la política y dejar ésta en manos de los notables y de los económicamente poderosos que, lógicamente, velarán por sus intereses que no coinciden para nada con los intereses de la mayoría social y de los trabajadores.
Finalmente, dijo Sánchez, esta medida blindará el bipartidismo, pues con un número mínimo de diputados se dejará sin posibilidad de representación a otras formaciones que están igualmente respaldadas por los electores y que ni por asomo guardan un mínimo de proporcionalidad entre votos y representantes.