Lo construyó la empresa concesionaria del transporte de viajeros entre Madrid y Valencia a través de la carretera N-III, pero después de treinta años, y tras construirse la autovía A3, cerró y se encuentra abandonado y vandalizado, según Hispania Nostra, que añade que el interior ha sido saqueado y la estructura exterior tiene decenas de pintadas.
El Hotel Claridge está construido íntegramente en hormigón armado, tiene una treintena de habitaciones repartidas en un edificio de tres pisos en forma de L y además del edificio principal, cuenta con terrazas, dependencias anexas destinadas a restauración, piscina, aparcamiento y un mirador al embalse de Alarcón.
La construcción es de estilo brutalista sesentero, con aristas suavizadas redondeadas y hormigón desnudo que le otorgan "ese aspecto de búnker tan característico", subraya la organización de conservación del patrimonio.
"Se trata de un ejemplo de arquitectura brutalista único e inigualable en España, con unas líneas y un diseño enmarcados en el entendimiento de una modernidad que se inspiraba en principios del estilo internacional y las influencias de Le Corbusier", ha argumentado Hispania Nostra.
De hecho, está incluido en la lista de edificios emblemáticos del siglo XX de Castilla-La Mancha.