La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Cuenca ha vuelto a alertar sobre el grave desequilibrio entre el creciente tráfico motorizado y la falta de alternativas sostenibles para la movilidad en el corazón histórico de la ciudad. Según sus informes, que se remontan a varios años y han sido aprobados en asamblea, esta problemática no solo persiste, sino que se agrava con el paso del tiempo.
El barrio, declarado Patrimonio de la Humanidad, cuenta con calles estrechas y un entramado vial que no está diseñado para soportar la cantidad actual de vehículos privados. Esto genera problemas que van desde la contaminación acústica y ambiental, hasta la ocupación excesiva del espacio público, el riesgo para peatones y la degradación de la calidad de vida de sus residentes.
En este contexto, la Asociación de Vecinos defiende que la solución no pasa por adaptar las calles para acoger más coches, sino por promover un modelo basado en el «no tráfico», priorizando la movilidad que beneficie tanto a vecinos como a visitantes, sin comprometer el entorno patrimonial.
Entre las propuestas históricas presentadas destacan la restricción de acceso al barrio para vehículos no autorizados, reservando la circulación únicamente a residentes y servicios esenciales; la creación de aparcamientos prioritarios para residentes, con plazas en superficie y tarifas reducidas en parkings públicos; y la implantación de un control ambiental riguroso que limite velocidad y ruido mediante tecnologías de medición en tiempo real.
Además, solicitan un transporte público eficiente, con refuerzos en horarios clave y flota ecológica, así como una vigilancia activa para garantizar el cumplimiento normativo frente a fraudes en permisos de residentes y sanciones disuasorias para infracciones.
La Asociación reclama también la elaboración de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) específico para el Casco Antiguo, que integre criterios sociales, ambientales y turísticos, y subraya la necesidad de contar con la participación activa de los vecinos en su diseño y ejecución.
Como medidas complementarias, proponen ampliar zonas peatonales, mejorar la accesibilidad para personas con movilidad reducida, fomentar el reparto sostenible en comercios locales e impulsar campañas de concienciación sobre movilidad verde dirigidas tanto a turistas como a residentes.
En su conclusión, la Asociación enfatiza que transformar la movilidad en el Casco Antiguo no solo mejorará la calidad de vida de quienes habitan en este emblemático espacio, sino que también contribuirá a preservar su valioso patrimonio, posicionando a Cuenca como un referente de turismo responsable y sostenible. Para lograrlo, hace falta valentía política, inversión en alternativas al coche y un compromiso colectivo firme con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).