La Catedral de Cuenca ha acogido en la mañana de este sábado una solemne eucaristía en honor a Santa Ana, una celebración cargada de simbolismo en la que el Ayuntamiento ha renovado su tradicional voto con la madre de la Virgen María, cumpliendo así con una de las cuatro promesas que mantiene con el templo catedralicio.
La concejala de Servicios Sociales, Estela Soliva Arévalo, ha asistido al acto en representación del Consistorio conquense, acompañada por varios miembros de la Corporación municipal. También han estado presentes representantes de la Asociación de Vecinos del barrio de Casablanca y su Corte de Honor, que celebran estos días sus fiestas patronales en honor a la santa.
La ceremonia ha tenido lugar frente al retablo renacentista dedicado a Santa Ana y ha incluido, tras la misa, la tradicional bendición y reparto de caridad, una costumbre que perdura a lo largo de los siglos como muestra de fe y compromiso con la historia religiosa de la ciudad.
Este acto religioso forma parte de los cuatro votos que el Ayuntamiento de Cuenca mantiene con la Catedral, junto a los de la Candelaria, la Virgen de las Nieves y San Mateo. Según la tradición local, la devoción a Santa Ana se remonta al año 1281, cuando se le atribuyó su intercesión durante una epidemia de peste que azotó a la ciudad, lo que motivó el voto perpetuo del municipio.
La renovación de este compromiso con Santa Ana refleja no solo la continuidad de las tradiciones religiosas, sino también el vínculo histórico entre la ciudad, su Catedral y sus vecinos.