Los principales cambios del mercado del transporte tienen que ver con lo normativo, pero también con las preferencias de los consumidores y usuarios y su concienciación medioambiental. Estamos ante una situación donde se tiende a restringir la circulación en ciudades a lo imprescindible, pero donde, al mismo tiempo, en los envíos el cliente quiere poder elegir la hora de entrega o desplazarse a un punto para recoger el paquete.
Además, y para cumplir con los preceptos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la legislación española es más restrictiva. Por eso, las empresas que se quieran adaptar, deben tener en cuenta todos estos factores:
En España es obligatoria la instalación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades y, por lo general, se concentran en el centro. Esto es vinculante para todo municipio de más de 50.000 habitantes. El resultado es que, para no sufrir restricciones, en algunos casos toca renovar la flota o rebajar las emisiones. Como la tendencia es a que esto aumente, se debe tener presente.
El auge del eCommerce en España trae consigo un cliente más exigente, sobre todo en la última milla. Nos encontramos con que se quiere personalizar la hora de entrega, modificarla e incluso el lugar: hay quien prefiere recibir el paquete en casa, hay quien prefiere ir a un locker o hacerlo en una oficina o almacén central de reparto.
Esa exigencia en el horario obliga a hacer un seguimiento en tiempo real de los envíos, tanto para la central como para el cliente. Esto es lo que proporciona Radius mediante su solución telemática de localización en tiempo real. Así, es posible transmitir incidencias e informar de modificaciones.
Adaptarse a los cambios del mercado del transporte es hacerlo, también, en esta área. Si no se da un mejor servicio, y más adaptado a lo que demanda el cliente, se perderá cuota de mercado.
La inclusión de vehículos sostenibles es, también, un proceso progresivo que se está dando. En casos de transporte en ciudad, muchas veces se opta por vehículos eléctricos o por bicicletas. Y, cuando no es posible, se están introduciendo vehículos híbridos. Esta tendencia se va a dar cada vez más, no solo por exigencias legales, sino también por ahorro.
Uno de los desafíos que está afrontando el sector es la falta de relevo generacional, sobre todo en los transportes de larga distancia. Cuando hablamos de camiones, está costando reemplazar a los que se están jubilando. Este es un aspecto que, vía salarial o incentivos, las empresas deben cubrir para no encontrarse con contratiempos. Aquí la política de Recursos Humanos debe ser proactiva y ofrecer la posibilidad de conciliación de vida laboral y familiar.
Las exigencias legales van en la línea de reducir las emisiones contaminantes. Y esto no afecta únicamente al combustible o a las flotas, sino, también, a la gestión de los residuos. Es importante, pues, seguir estas pautas e intentar adelantarse, minimizando el uso de residuos para optar a ayudas de la administración o, como mínimo, para no exponerse a sanciones. Tener presente este escenario evitará muchos problemas.