Cuenca

San Pier Giorgio Frassati y San Carlo Acutis. Reflexiones de las Hermanas Lara

Miércoles 10 de septiembre de 2025
El domingo 7 de septiembre el Papa León XIV celebró su primera ceremonia de canonización. Todo estaba previsto para que aconteciera en el último fin de semana de abril pero el hombre propone y Dios dispone: falleció el Papa Francisco, quien había firmado el paso de los dos jóvenes de Beatos a Santos, así que hubo que adaptar El Vaticano a su funeral. Los fieles que habían gestionado su viaje a Roma en aquella fecha asistieron a otra ceremonia histórica, pero diferente, a los planes iniciales.
Carlo murió con 15 años y Pier Giorgio con 25. Habían nacido en 1990 y 1901, respectivamente. Las Hermanas Lara pensamos que la imagen del ser humano se queda congelada en esencia en la edad de su tránsito, si bien en el caso de llegar a la ancianidad cada alma es libre de elegir con qué semblante quiere ser recordada: infantil, juvenil, maduro, senil...
Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati debieron de sentirse "raros" en su tiempo. Nosotras nos lo hemos sentido en muchos contextos también, y a mucha honra. La Felicidad no la da el mundo, sino Dios.
Cuando Laura estuvo en Roma como Delegada de España de la Familia de Murialdo para la Pre-asamblea y el Jubileo de Pentecostés, sintió alegría al ver en una pancarta, al regresar de El Vaticano al parking subterráneo, la imagen de Carlo Acutis.
Las Hermanas Lara e Hijos somos devotos de San Carlo Acutis desde hace mucho tiempo, la Eucaristía es la autopista al Cielo. El Rosario decimos nosotros que es una senda segura también donde la conductora es la Virgen María.
Hemos conocido más recientemente a San Pier Giorgio Frassati, defensor de los derechos de los obreros siguiendo la estela de la encíclica Rerum Novarum (De las cosas nuevas) del Papa León XIII, publicada el 15 de mayo de 1891, en la fiesta de San Isidro Labrador (el 9 de septiembre ha sido la celebración litúrgica de su esposa, Santa María de la Cabeza, ambos procesionan en el ecuador de mayo por Azuqueca desde su templo, la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel).
Pier Giorgio nació y vivió en Turín y a ciencia cierta que hubo de conocer la estela de San Leonardo Murialdo, quien en 1873 había fundado allí la Pía Sociedad de San José, gestiones realizadas de forma prácticamente coetánea al reinado de Amadeo de Saboya en España, un rey elegido por el General Prim cuando en los periódicos europeos se buscaba rey para ocupar el trono de los Reyes Católicos, al haber sido enviada al destierro Isabel II.
Eran tiempos de la Revolución Industrial. Pier Giorgio Frassati estudió Ingeniero de Minas para intentar ayudar a humanizar un trabajo tan duro y acabar con la explotación de los mineros. Ante un noviazgo con Laura Hidalgo que apenas pudo comenzar por miedo al padre del santo, decidió no volver a enamorarse de nadie más que de Dios y se hizo de la orden tercera dominica. Murió de polio tras contagiarse ayudando a personas necesitadas y casi no causó preocupación a su familia que estaba cuidando en su agonía a su abuela Linda, a cuyo entierro Pier Giorgio ya no pudo asistir. Pensaba que solo era un dolor de cabeza pero al poco tiempo no podía levantarse de la cama. Carlo falleció de una repentina leucemia. Ambos daban ánimos y anhelaban encontrarse con Jesús. El Padre de Pier Giorgio se convirtió en el funeral de su hijo, percatándose de que no lo conocía. Sus fiestas litúrgicas serán el 4 de julio (San Pier Giorgio Frassati) y el 12 de octubre (San Carlo Acutis).
Recordamos dos citas de Carlo Acutis y otros dos pensamientos de Pier Giorgio Frassati, respectivamente, rescatadas por León XIV en la homilía de su canonización. Los tapices que pendieron de la Basílica de San Pedro en El Vaticano transmiten sus imágenes oficiales, tal como eran ellos, hijos de su tiempo y de sus circunstancias, con la mochila a la espalda el santo millennial, en cuya generación nos encontramos:
1.- "Cuando nos ponemos frente al sol, nos bronceamos. Cuando nos ponemos ante Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos" (CA).
2.- "La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto. Basta un simple movimiento de ojos" (CA).
3.- "Alrededor de los pobres y los enfermos veo una luz que nosotros no tenemos" (PGF).
4.- "El día de mi muerte será el día más bello de mi vida" (PGF).
S. Pier Giorgio Frassati et S. Carlo Acutis, orate pro nobis.

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