Según la formación, el sistema diseñado bajo la dirección de Martínez Vicente cuando era responsable de movilidad se implantó sin participación ciudadana y pese a las advertencias de colectivos vecinales y sindicatos sobre los posibles problemas. Este modelo, basado en un intercambiador central y trasbordos obligatorios, generó numerosas quejas por trayectos que se alargaban hasta superar la hora de duración, fallos en la aplicación móvil y paradas mal señalizadas.
El malestar ciudadano obligó al Ayuntamiento a dar marcha atrás en apenas dos semanas, recuperando el sistema anterior, que ya había sido considerado insuficiente, e incrementando los tiempos de espera en algunas líneas.
La portavoz de Cuenca en Marcha, Mª Ángeles García, ha declarado que “este desastre no es un error puntual, sino la consecuencia lógica de una gestión negligente, hecha de espaldas a la ciudadanía y sin planificación alguna. Adrián Martínez Vicente es el máximo responsable político de esta situación y debe ser reprobado por el Pleno”.
La moción también recuerda otros incumplimientos en la gestión del concejal, como la falta de aplicación de la moción sobre regulación de terrazas aprobada en 2022, la ausencia de avances en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, la no tramitación de la documentación para que Cuenca sea declarada zona tensionada para limitar los alquileres y la no ejecución de la instalación de aparcabicis aprobada en 2024.
Asimismo, la formación defiende la gestión directa del transporte urbano, de manera que el Ayuntamiento recupere el control del servicio y se garantice “una movilidad eficiente, sostenible y pensada en el interés de la ciudadanía”.
Paralelamente, Cuenca en Marcha ha registrado un ruego al Pleno tras recibir una imagen de la línea 2 en la que se observa un asiento sin tapicería sostenido con un rollo de papel higiénico. El grupo exige al Ayuntamiento un mantenimiento adecuado de los autobuses urbanos para evitar situaciones que den una imagen indigna de la ciudad y supongan un riesgo para la seguridad de los usuarios.
“Es intolerable que, además de sufrir un servicio de autobús ineficiente, la ciudadanía tenga que viajar en vehículos en este estado. La falta de mantenimiento es una muestra más del abandono en la gestión del transporte urbano”, denuncian desde Cuenca en Marcha.