Los vecinos y comerciantes insisten en que la consulta ciudadana a través de las asociaciones afectadas es clave para evitar errores de planificación como los que se evidenciaron recientemente con el cambio de rutas de los autobuses urbanos, donde la falta de diálogo generó malestar e ineficacia.
Durante el proceso de recogida de firmas, los residentes han manifestado repetidamente sus dudas sobre aspectos fundamentales del proyecto: ¿qué actuaciones se realizarán con el presupuesto de 6 millones de euros?, ¿cómo y cuándo se ejecutarán las obras?, ¿cómo se garantizará la apertura y viabilidad de los comercios durante las intervenciones?, y ¿por qué se habla de plazos y fechas de inicio si aún no se ha licitado el proyecto de ejecución?. La preocupación se ha intensificado tras conocerse que el levantamiento topográfico, imprescindible para redactar el diseño definitivo, tiene un plazo de tres meses, lo que genera incertidumbre sobre el calendario real de las obras.
La Asociación de Vecinos reclama al Ayuntamiento mayor transparencia y una actitud activa tanto de la Junta de Gobierno como de la oposición municipal, para que cualquier intervención en Carretería se realice contando con la participación efectiva de quienes viven y trabajan en la zona. Además, exigen información clara, plazos realistas y garantías sobre la gestión de las obras y el mantenimiento de la actividad comercial, elementos que consideran imprescindibles para la transformación del eje urbano.
Según la asociación, que es la única en el barrio y la más numerosa de Cuenca, en reiteradas ocasiones han solicitado conocer el proyecto, pero el Ayuntamiento no ha presentado estas cuestiones. Los vecinos insisten en que esta actuación debe integrarse en una planificación urbana más amplia, que contemple la zona de bajas emisiones, el planeamiento urbanístico municipal y la gestión de los 9 millones de euros concedidos al Consistorio a través de los fondos EDIL, sobre los que, hasta ahora, se conoce únicamente lo publicado en los medios de comunicación.