El ambiente fue inmejorable, con una gran afluencia de público que disfrutó de un duelo de alto voltaje entre dos de los equipos más en forma de la competición. Los aficionados locales, especialmente animosos, llevaron en volandas a los conquenses en una jornada llena de emoción y buen juego.
Uno de los nombres propios de la tarde fue el de Francisco Romero, que regresaba al equipo tras un año de ausencia. El jugador conquense ofreció una exhibición de calidad y temple, imponiéndose con autoridad al visitante Andrés Rodríguez por 40-23, en un encuentro que recordó al mejor Romero.
También destacó la actuación de Jesús Culebras, que dominó gran parte de su enfrentamiento frente a Roberto Marín. Aunque el hervasense logró reducir distancias en la segunda mitad (25-27), Culebras sentenció en la penúltima entrada con una espectacular serie de nueve carambolas consecutivas, desatando la ovación del público y sellando un merecido triunfo por 35-27.
Más ajustado resultó el duelo entre José Vicente y Javier Prieto, que se decidió por pequeños detalles en un final de infarto. El placentino supo mantener la calma en los compases decisivos para cerrar su victoria por 35-40, equilibrando la balanza para los visitantes.
Menos fortuna tuvo Jorge Sánchez, que no encontró su mejor versión ante un acertado Álvaro Esteban, quien se mostró muy sólido durante todo el encuentro. El jugador del Hervás se impuso por 26-37, poniendo el empate definitivo en el marcador global.
Con este resultado, tanto el Casas Colgadas como el Hervás mantienen su condición de invictos en la liga y confirman su papel de favoritos al ascenso en una temporada que promete emociones fuertes en cada jornada.