El programa incluyó auténticas joyas del Siglo de Oro español, con obras de Cristóbal Morales, Alonso Lobo y Tomás Luis de Victoria, culminando con la majestuosa Missa pro defunctis a 4 voces. Más allá de su belleza sonora, el repertorio invitó al público a la reflexión y la conexión interior, envolviendo la sala en un espacio de recogimiento y luz.
El concierto logró tocar el corazón de los asistentes. Con la sala completamente llena, el silencio y la emoción compartida se convirtieron en parte de la experiencia musical. Ad Lucem —“hacia la luz”— se presentó como un homenaje íntimo y sincero, un canto al amor, la memoria y la trascendencia a través del arte.
Con esta iniciativa, el Coro de Cámara Acanthus reafirma su compromiso con la música sacra y su capacidad de transmitir emoción pura, creando momentos que permanecen más allá del concierto.
El colectivo artístico agradeció profundamente el apoyo de la Diputación Provincial de Cuenca y el cariño del público, que llenó la sala y compartió este viaje de luz y de vida.