El entrenador del Tubos Aranda Villa de Aranda, Javier Márquez, analizó la derrota por 24-22 en El Sargal señalando que el equipo perdió el “micropartido” decisivo en los minutos finales pese a haber llegado a mandar en el marcador por tres goles.
El técnico reconoció que el choque tuvo “distintas alternativas” y que su equipo supo competir hasta que, con el 16-19 a favor, dejó escapar un tramo clave. “Curiosamente cuando hemos conseguido irnos arriba ahí hemos entrado un poco en bucle. Ellos han apretado un poquito más en defensa y nosotros no hemos estado acertados”, explicó.
A partir de ese momento, BM Cuenca aprovechó la desconexión visitante para darle la vuelta al encuentro, un punto de inflexión que para Márquez condicionó todo el desenlace: “Una vez que han dado la vuelta ya era difícil”.
El entrenador también destacó las dificultades que arrastraba su primera línea, especialmente por los problemas físicos de Dalmau y por la expulsión de Vicente, que obligó a ajustar rotaciones: “Nos ha dejado un poco desarmados a la hora de valorar algo más de rotación”.
Aun así, Márquez se mostró satisfecho con la actitud del equipo y quiso poner en valor la recuperación de sensaciones. “Estoy orgulloso de mi equipo. Hemos recuperado muchas señas de identidad que nos ha costado tener en semanas anteriores”, afirmó. Subrayó además el esfuerzo defensivo: “La gente se ha vaciado, han hecho un esfuerzo titánico en defensa”.
El técnico reconoció que la falta de acierto en los momentos decisivos impidió pelear el partido hasta el último ataque, pero insistió en la línea positiva: “Creo que hemos atacado por momentos muy bien y defensivamente los 60 minutos han estado a un buen nivel. Quizá nos ha faltado un pelín más de regularidad y la roja de Vicente nos ha sacado un poco del partido”.
Pese a la derrota, concluyó que el equipo volvió a mostrar competitividad, algo que considera fundamental para lo que viene.