La investigación se puso en marcha tras diversos incidentes atribuidos a este grupo de jóvenes, en su mayoría menores, que actuaban de forma coordinada. Según la Guardia Civil, los integrantes de AB7 buscaban controlar determinados espacios geográficos y actuaban siguiendo las directrices de una estructura altamente jerarquizada, típica de este tipo de bandas juveniles.
Uno de los aspectos más preocupantes detectados por los agentes es el método de captación de nuevos miembros, que se basa en el uso de redes sociales para atraer a adolescentes y jóvenes a la organización. En muchos casos, estos menores son inducidos a abandonar sus domicilios familiares y a involucrarse en actividades ilícitas destinadas a financiar a la banda.
A los detenidos se les imputan los supuestos delitos de amenazas, lesiones, extorsión y pertenencia a grupo criminal. La operación ha sido desarrollada por el Grupo de Información de la Guardia Civil de Toledo, en colaboración con la Fiscalía de Menores, y supone un golpe significativo contra la presencia de grupos violentos juveniles en la provincia.