A pocas semanas de que entre en vigor la obligación de portar la baliza luminosa V-16 conectada —que sustituirá definitivamente a los triángulos de emergencia a partir del 1 de enero de 2026—, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado un recordatorio a todos los conductores sobre la necesidad de disponer de un dispositivo homologado para señalizar averías y accidentes en carretera. El objetivo: reducir la siniestralidad y evitar atropellos en situaciones de emergencia.
Cada año fallecen en España unas 25 personas atropelladas tras bajar del vehículo para colocar los triángulos o señalizar una avería. La nueva normativa pretende eliminar ese riesgo permitiendo señalizar sin salir del coche, mejorando así la seguridad de los ocupantes. De hecho, países como Reino Unido ya han prohibido el uso de triángulos en vías de alta capacidad por considerarse extremadamente peligroso.
La V-16 incorpora una señal luminosa visible y, además, un sistema de conectividad automática que envía la ubicación del vehículo averiado a la plataforma DGT 3.0, de modo que otros conductores pueden recibir el aviso a través de navegadores, apps de movilidad o paneles informativos en carretera. “La implantación de la V-16 conectada supone un salto adelante y nos sitúa como referentes europeos en seguridad vial”, ha destacado el director general de Tráfico, Pere Navarro, subrayando que evita riesgos innecesarios y aporta información clave en tiempo real.
Según el Reglamento General de Vehículos, deberán llevar la V-16 todos los turismos, furgonetas, autobuses, vehículos mixtos, camiones y conjuntos de vehículos no especiales. En el caso de las motocicletas, su uso es muy recomendable, aunque no obligatorio.
El dispositivo funciona de forma autónoma gracias a una tarjeta SIM integrada, sin necesidad de teléfono móvil ni aplicaciones, y con un mínimo de 12 años de conectividad incluida en el precio. Para utilizarla, basta con encenderla desde el interior del vehículo y colocarla en la parte más alta posible —o en la puerta del conductor, en el caso de camiones y autobuses—.
Una vez encendida, la V-16 emite señal luminosa y transmite automáticamente la ubicación exacta del vehículo detenido. A partir de ahí, corresponde al conductor decidir si es seguro abandonar el vehículo, tal y como recoge el artículo 130.3 del Reglamento General de Circulación.
Actualmente existen más de 200 modelos en el mercado. Para comprobar si un dispositivo está certificado, la DGT mantiene en su web un listado oficial de modelos homologados. La baliza debe incluir grabados en la tulipa el laboratorio certificador (IDIADA o LCOE) y el número de certificado correspondiente.
Tráfico ha detectado un aumento de desinformación sobre la V-16 en redes sociales y aclara algunos de los bulos más difundidos:
“La V-16 no será obligatoria” – FALSO. Será el único dispositivo válido desde el 1 de enero de 2026.
“Geolocaliza al conductor todo el tiempo” – FALSO. Solo transmite la ubicación al activarse, sin datos personales ni matrícula.
“Todas las V-16 conectadas sirven” – FALSO. Solo son válidas las homologadas por la DGT.
“Necesita app o móvil” – FALSO. Funciona de forma autónoma con SIM y GPS integrados.
“Habrá cuota por conectividad” – FALSO. Está incluida durante al menos 12 años.
“No funciona en túneles” – FALSO. Usa redes IoT de alta penetración y, si no hay cobertura, sigue siendo visible como señal luminosa.
“Llama al 112” – FALSO. Solo señaliza; las llamadas debe hacerlas el usuario.
“Los triángulos son más seguros” – FALSO. Obligan a caminar por la calzada, aumentando gravemente el riesgo.
“En el extranjero solo valen triángulos” – FALSO. La V-16 es válida en países firmantes de la Convención de Viena, como Francia, Portugal o Italia.
“Las multas pueden llegar a 30.000 euros” – FALSO. La sanción por no llevarla es de 80 euros, la misma que la de no llevar triángulos.