El Ayuntamiento de Albendea ha instalado una placa en la entrada del municipio alcarreño para recordar el otorgamiento del título de villa en 1537 por Carlos V y Juana I de Castilla. La iniciativa, respaldada por varias asociaciones locales, pretende resaltar la independencia histórica del pueblo y homenajear a los vecinos que impulsaron este paso decisivo en la historia de Albendea.
El Ayuntamiento de Albendea ha instalado en la entrada de este pueblo alcarreño una placa con el escudo municipal y el título de villa, con el año 1537, fecha de concesión de este villazgo por Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y su madre, la reina Juana I de Castilla. Esta placa conmemorativa se ha instalado en una marquesina y está fabricada en chapa de acero corten, que permite darle un aspecto oxidado y que se mantenga frente a la corrosión atmosférica sin perder sus características. Se trata de un cartel de 1.750 mm de ancho, por 600 mm de altura y 4 mm de grosor, provisto de unos pernos para su fijación en la obra.
La idea de colocar esta placa, según palabras del alcalde de Albendea, don Luis Enrique Pérez Bueno, surgió en el propio Ayuntamiento con el fin de resaltar la importancia de este Título de Villa para Albendea, otorgado por los monarcas en el año 1537.
–Creímos –dice el alcalde– que era obligación del pueblo dar tributo a aquellos vecinos, que allá por 1537 decidieron salir del yugo que suponía estar bajo la custodia de Huete. El cartel es un homenaje al esfuerzo que hicieron aquellas gentes para ser libres de tan tremendo sometimiento.
Han colaborado con el Ayuntamiento en la adquisición de esta placa con el año en que Albendea consiguió el título de villazgo, con un coste de poco más de mil euros, la Asociación de Cazadores de Albendea, la Asociación de Pensionistas y Jubilados San Antonio de Padua y la Asociación de Jóvenes Albendea. Todas estas asociaciones, según ha contado el alcalde, tendrán una mención especial en la que se señale esta colaboración con el Ayuntamiento. Falta también instalarle la iluminación, de forma que sea perfectamente visible por la noche y se pueda remarcar su atención.
La fecha del 26 de noviembre de 1537 supone un antes y un después en la historia de Albendea; sin duda el inicio de una nueva etapa para el pueblo. Ese día, en Valladolid, Carlos de Habsburgo, emperador y rey, y su madre, Juana de Trastámara, reina de Castilla, entregaban a la nueva villa de Albendea un pergamino, del que pendían en hilos de seda a color dos sellos de plomo de los reyes, que la desvinculaban “para siempre jamás” de la ciudad de Huete, de manera que ésta no pudiera ya nunca demandar cosa alguna sobre su jurisdicción. Una gran idea del Ayuntamiento de Albendea, la de colocar el cartel conmemorativo, que renombrará y ensalzará todavía más al pueblo, y un gran homenaje a aquellos vecinos del siglo XVI que hicieron posible que Albendea comenzara a caminar en solitario, sin necesidad ya de ataduras a ninguna villa madre.
Antonio Matea Martínez