Artículos de Opinión

¿Un porque?, no puedo dar solo un porqué, solo que estaba harto

Redacción | Viernes 18 de noviembre de 2011

En las sobremesas familiares, en la barra del bar tomando una cerveza, con el café y el periódico por las mañanas, en los parques, en la cola del supermercado y últimamente en la cola del paro. Todo el mundo estamos hartos de cómo se han aferrado al poder, a los sillones de blandos cojines, los que durante, casi ya en el 2012, llevarán 30 años gobernando.

Un buen señor con los 70 años ya pasados, en un pueblecito de Cuenca,  ante mis comentarios de cómo cambiar las cosas y de cómo en estos 30 años, aun siendo cierto que llevamos mucho ganado, es mas cierto que llevamos muchísimo mas perdido, me respondió, “no te preocupes joven, en este país las cosas de política cambian casi cada 40 años”. ¡Vamos que si me entendió!, a la perfección comprendió el primero de los -porqués-. Lo que hace que una persona ajena a la política se recorra una extensa provincia para dar a conocer, que se puede gobernar de otra forma y no estar “sometido” a un estado bipartidista y dentro de un sistema caro e ineficaz que está viciado para beneficio de los partidos políticos tradicionales nacionales y nacionalistas.





Y sin duda, fue dentro de mi familia de donde salieron otros dos -porqués-, de la sabiduría de los 11 años de mi hija. Con cierta e ilusionada pena, encajé el primero de los -porqués- mientras me animaba a hacer cosas buenas en esto de la política, cuando no hacia unos meses el insulto que usaban e un juego para divertimento infantil era llamar “político” a quien hacia algo mal.  
La explicación me salió hasta real y actual, “Hija, esto es como meterse ahora a constructor de edificios, nadie quiere, pero si te haces rehabilitador de casas, eres bien venido, pues eso, en UPyD somos rehabilitadores de la política”. La congoja vino por el segundo de los -porqués-, tuve que prometerle tener mucho cuidado, ya que a los que hablan en libertad y de libertad, hay gente que les hace daño y hasta los matan. ¡Que escalofrío!

Cientos de -porqués- mas, que se resumen en estar harto, hasta las narices de quejarme, de ser un llorica de bar y sobremesa, de no hacer valer mi voz a todos, de ser culpable por callar y otorgar, de haber participado con mi silencio en este desastre en el que se ha convertido la democracia, la política y mi país, y sufrir el reflejo de esta penosa situación en mi región, en mi ciudad, en mi pueblo.

Porque veo una justicia mal usada por los partidos, un fiscal general a la carta, un tribunal constitucional ideológicamente predecible, un consejo del poder judicial triste y sin palabra. Porque quiero un Fiscal General del Estado independiente, que me controle, un Tribunal Constitucional libre de ideologías y un Consejo del Poder Judicial que sea eso. Quiero una Justicia Independiente.

Porque veo unas cajas de ahorros desahuciadas en pro de obras faraónicas de estos pequeños “reyezuelos” en los que hemos convertido a los presidentes de las CCAA y alcaldes.
Porque quiero que se incluya en el código penal delitos por gestión deshonestas en los cargos públicos  electos. Porque quiero que quien la haga, la pague, como le pasa  cualquier ciudadano, como me puede pasar a mi.

Porque quiero ver igualdad entre todos los territorios de España, sin privilegios por ser de uno u otro sitio. La tierra no da privilegios, son las personas las que tenemos derechos y obligaciones.
Y porque quiero acabar con esos privilegios de los cargos electos, de esos “políticos” con los que se ensañaban mi hija y mis sobrinas en sus juegos. Porque quiero que tu voto y mi voto valgan como el de cualquier otro, sin distinciones

Porque se puede gobernar sin avaricia, sin usar esa frase de “conmigo o contra mi”. Basta de enfrentar a las personas, ya vale de dividirnos si lo que  queremos es estar unidos.
Porque ya no hay dos Españas y porque se ha propiciado la desigualdad entre los españoles a base de electoralismo regionalista, a base de localismos y de fomentar la envidia entre los territorios y entre los ciudadanos.

Porque mi alcalde cobra mas de lo que debe. Porque quiero hacer una ley para que su sueldo público y el de todos los cargos elegidos por los ciudadanos, se atengan a la realidad, a la de todos. Nosotros los elegimos, nosotros les pagamos. Porque quiero acabar con el caciquismo electoralista económico de los “alcaldes y concejales” en los pequeños pueblos.

Porque quiero ver la televisión y oír la radio pública sin que me coman el coco. Porque quiero que mi país sea reconocido por los demás países y respetado.

Porque no quiero dejar esta herencia a mis hijos, ni quiero ser participe ni responsable de la más absoluta ruina económica, social, moral e intelectual. Porque quiero una educación igual para todos, una sanidad común e igualitaria en lo mas básico, y que el agua sea para todos sin medrar con ella.

Por que no quiero ser de la generación NI-NI-NI del 2012, que ni trabajo, ni puedo trabajar, ni puedo dar trabajo.

Porque estoy cansado de que hagan y deshagan y que se vayan de rositas a casa. Porque soy políticamente muy incorrecto y quiero cambiar el sistema, no enfrentarme a el y destruirlo. La democracia es necesaria y la política con ella.




Antonio Ortiz López
Candidato al Congreso de los Diputados por Cuenca
Unión Progreso y Democracia. UPyD.