Poco pan y mucho circo

JASP, vuelve la moda

Redacción | Lunes 05 de marzo de 2012

A mediados de la década de los noventa saltó a escena, gracias al impulso de un anuncio de automóviles, un nuevo término JASP (Joven Aunque Sobradamente Preparado). Un concepto que ponía de relieve la más que sobrada valía de nuestra juventud para entrar en un mercado laboral gobernado por el conservadurismo. Hoy deberíamos aplicarnos un cuento parecido.

Que no nos extrañe que nuestros estudiantes se lancen como fieras a las calles. Ellos no son nuestros enemigos, pero nosotros sí parecemos comportarnos como si fuéramos los suyos. ¿Qué futuro les estamos dejando?



 

La culpa es nuestra y, aunque no me quedo al margen de la responsabilidad, no me pidan que me ponga el primero. La sociedad en su conjunto ha de apostar no sólo por el presente, sino sobre todo por el futuro. Salvar el día de hoy hipotecando el de mañana es tan sólo un aplazamiento del desenlace final.

No les pidamos a la juventud que realicen el esfuerzo; somos nosotros quienes debemos realizarlo y expiar nuestros pecados sin demora. Sólo de esta forma podremos conseguir que ellos aprendan de nuestros errores y traten de evitar cometerlos en un futuro.

Si el modernismo nos ha llevado a una situación de individualismo y narcisismo insostenible debemos empezar a solucionarlo, desde la base, desde la educación. El futuro depende más del correcto aprendizaje de los valores y las normas humanas que nos unen que de políticos, arquitectos, economistas, jueces, ingenieros…

Casi por las mismas fechas del anuncio JASP, Fernando Savater publicó un artículo bajo el nombre “Los maestros, ¡estúpido!” en el que defendía precisamente esa idea en términos dicotómicos: nuestro futuro depende más de los maestros que de los políticos. Es irónico pensar que, incluso así, sean los políticos los que tengan en sus manos el futuro de los maestros... y del resto de educadores y valedores del futuro de nuestra sociedad.

Algunos lo pueden llamar, y con justicia, recortes en educación. Yo prefiero entender que es algo más, es una disminución de la inversión en el progreso. Se habla de gasto educativo cuando en realidad es inversión en futuro.

Es normal que nuestros alumnos salgan a la calle. La juventud JASP vuelve a estar de moda. Lamentablemente, en esta ocasión y por nuestra culpa, JASP significa: “Joven Aunque Sobradamente Pre-Parado”

 

José Luis González Geraldo
Facebook.com/joseluis.ggeraldo