El viernes pasado tuvo lugar en la localidad conquense de Villalba de la Sierra una jornada para instaladores de calefacción a la que acudieron más de 25 personas. Los actuales problemas de estas instalaciones son el desconocimiento tanto de los profesionales como de los clientes de la forma de instalar correcta, ateniéndose a la normativa y asegurando la buena implantación, el menor consumo y la máxima comodidad de para el cliente final.
En el acto los temas que se trataron fueron normativa, tipos de instalación y aparatos, además de pormenorizar en los inconvenientes que puede tener un cliente al que no se le instale de forma correcta.
La biomasa y en concreto el pellet, así como las calderas y estufas, son tecnologías avanzadas que tienen 30 años de implantación en el centro-norte europeo. Según Horacio Garrido, director técnico de Coprosol Biocombustibles y ponente de la jornada la forma de comprar y vender aparatos no es la correcta. El desconocimiento del cliente final y del instalador hace que sea el precio la única variable conocida y por tanto comparable y como bien intentó a los presentes explicar, lo barato sale caro. También Daniel Cancela, técnico de Edilkamin explicó a los presentes los diferentes parámetros que hacen que una estufa o caldera funcione correctamente.
El ahorro de hasta un 70% en el gasto de la factura energética, la sostenibilidad de un recurso propio y cercano, la no generación de gases de efecto invernadero, la generación de puestos de trabajo en el medio rural y la valorización de nuestros montes son argumentos suficientes para que en otros países y sobre todo en el medio rural no se plantee ni siquiera la posibilidad de instalar otras fuentes de energía derivadas de los combustibles fósiles, ecología y ahorro son los argumentos más fuertes.
Acto realizado en colaboración con el Proyecto de Cooperación Interterritorial 'Resina y Biomasa', coordinado por el grupo de acción local de la Serranía de Cuenca PRODESE, que se desarrolla desde el año 2010 en las provincias de Cuenca, Guadalajara, Soria y Segovia.
Este proyecto, en el que también participa el grupo de acción local de la Manchuela Conquense, ADIMAN, trata de analizar las circunstancias actuales de los montes y sus aprovechamientos para promover el uso de la biomasa forestal como fuente de energía y creación de empleo en el medio rural, tanto desde el punto de vista de la extracción del recurso como de su transformación y consumo en instalaciones de calor.