Cuenca

Inseguridad entre los enfermos renales

Redacción | Lunes 25 de noviembre de 2013

El pasado jueves 21 de noviembre, la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (ALCER Cuenca) mantuvo una reunión con  Francisco Javier Godoy del Olmo, Gerente del Hospital Virgen de la Luz, para expresar su malestar ante la inexistencia de un nefrólogo de guardia durante las noches de lunes a sábado ni durante toda la jornada del domingo. Las circunstancias expuestas en dicha reunión ponen de manifiesto el grave riesgo que esto supone para la salud de los 238 enfermos renales conquenses. La gran mayoría de éstos proviene de la provincia, por lo que un doble traslado en caso de urgencia, desde su municipio a Cuenca, y de ahí a un lugar con servicio de nefrología, puede suponer una dificultad añadida a su tratamiento o recuperación.



 

Del mismo modo se expuso como las complicaciones derivadas de una enfermedad renal no pueden ser tratadas de igual forma por un intensivista que por un nefrólogo, ya que el tratamiento de hemodiálisis, necesario en casos graves de intoxicación o hiperpotasemia, sólo puede ser prescrito por éste último. De hecho, ya han ocurrido una serie de hechos, que aunque no es posible demostrar, se podrían haber evitado si los pacientes hubieran sido atendidos directamente por un nefrólogo como son grandes tiempos de espera hasta la llegada de este facultativo al día siguiente, o la puesta en marcha de técnicas erróneas o innecesarias que han supuesto el empeoramiento del estado de salud de varios enfermos renales.

Por otro lado, se puso en conocimiento del gerente la discriminación de Cuenca frente a otras provincias de Castilla-La Mancha al haberse convertido en la única provincia sin servicio de guardia, pese a tener una prevalencia de la enfermedad renal mayor que en otras provincias. Esta discriminación existe igualmente en cuanto al número de nefrólogos existente en cada provincia. En la provincia de Guadalajara, con la menor tasa de personas con enfermedad renal, hay 7 nefrólogos, mientras que en Cuenca, tras los últimos recortes de personal sólo están en plantilla de este servicio 4 médicos especialistas, con la reducción en los tiempos de atención que ello conlleva.

La respuesta del Gerente a estas reivindicaciones ha sido el compromiso para la búsqueda de alternativas y la puesta en marcha de protocolos de atención y derivación de los enfermos renales que precisen de asistencia médica urgente, no asegurando en ningún momento el restablecimiento del servicio de guardia. Dichos compromisos son considerados por ALCER Cuenca como insuficientes, de forma que hasta que este colectivo no alcance un nivel de asistencia sanitaria adecuada, desde la asociación se recomienda a aquellos enfermos renales de la provincia que, si tienen posibilidad, acudan a otros hospitales de Castilla-La Mancha donde sean atendidos por un nefrólogo.

Igualmente se advertirá, a través de las asociaciones ALCER de otras provincias, a los enfermos renales que piensen viajar a Cuenca de cuál será la situación que tendrán que afrontar ante una complicación de su estado de salud. Igualmente, desde esta institución y de la mano de todos los enfermos de la provincia, se tomarán las medidas que sean necesarias para asegurar su supervivencia, poniendo en conocimiento de estos hechos, tanto a los responsables políticos como a los medios de comunicación para así hacer partícipe a toda la sociedad de esta grave situación.