Cuenca

El obispo celebra en Cuenca un funeral por el prelado del Opus Dei

Redacción | Viernes 16 de diciembre de 2016

El obispo de Cuenca, monseñor José María Yanguas, celebrará un funeral por el alma del obispo-prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, el próximo lunes 19 de diciembre a las 19 horas en la iglesia conquense de San Esteban. El obispo se suma así a los sufragios celebrados por muchos obispos en España y resto del mundo por Javier Echevarría, que falleció en Roma el 12 de diciembre con 84 años, tras haber dirigido la prelatura del Opus Dei durante 22 años. El prelado fue, después del beato Álvaro del Portillo, el segundo sucesor de San Josemaría, fundador del Opus Dei, al frente de la Obra.



El Papa Francisco, que había recibido en audiencia recientemente a monseñor Echevarría, ha mostrado sus condolencias, telefoneando al vicario general del Opus Dei, Fernando Ocáriz, y enviando un telegrama en que afirma que Echevarría “entregó su vida en un constante servicio de amor a la Iglesia y a las almas” y subrayando el hecho de que falleciera el día de la Virgen de Guadalupe.

 

Monseñor Javier Echevarría nació en Madrid el 14 de junio de 1932. Fue el menor de ocho hermanos. Hizo sus primeros estudios en San Sebastián, en el colegio de los padres marianistas, y continuó su formación en Madrid, en el colegio de los hermanos maristas. En 1948, conoció a algunos jóvenes del Opus Dei en una residencia de estudiantes. El 8 de septiembre de ese mismo año, sintiéndose llamado por Dios a buscar la santidad en la vida ordinaria, pidió la admisión en el Opus Dei.

Comenzó los estudios de Derecho en la Universidad de Madrid y los continuó en Roma. Se doctoró en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de Santo Tomás (1953), y en Derecho Civil por la Pontificia Universidad Lateranense (1955). Recibió la ordenación sacerdotal el 7 de agosto de 1955. Colaboró estrechamente con san Josemaría Escrivá de Balaguer, de quien fue secretario desde 1953 hasta su muerte, en 1975. En 1994, tras el fallecimiento del beato Álvaro, fue elegido prelado del Opus Dei y, el 6 de enero de 1995, en la basílica de San Pedro, recibió de manos de san Juan Pablo II la ordenación episcopal.

Desde el principio de su ministerio como prelado, tuvo como prioridades la evangelización en los campos de la familia, la juventud y la cultura. Promovió el inicio estable de las actividades formativas de la prelatura en 16 países, entre otros, Rusia, Kazajistán, Sudáfrica, Indonesia y Sri Lanka, y viajó a los cinco continentes para impulsar la labor evangelizadora de los fieles y cooperadores del Opus Dei. Alentó la puesta en marcha de numerosas iniciativas a favor de inmigrantes, enfermos y marginados. Seguía con especial atención varios centros de cuidados paliativos para enfermos terminales.

En sus viajes de catequesis y en su ministerio pastoral, fueron temas recurrentes el amor a Jesucristo en la cruz, el amor fraterno, el servicio a los demás, la importancia de la gracia y de la palabra de Dios, la vida familiar y la unión con el Papa. Precisamente en su última carta pastoral, además de agradecer la audiencia que le había concedido Francisco el 7 de noviembre, pedía, como siempre, acompañar al Papa con oraciones por su persona e intenciones.

Escribió numerosas cartas pastorales y varios libros de espiritualidad, como Itinerarios de vida cristiana, Para servir a la Iglesia, Getsemaní, Eucaristía y vida cristiana, Vivir la Santa Misa y Creo, creemos. Su última obra es una recopilación de meditaciones sobre las obras de misericordia que lleva por título Misericordia y vida cotidiana.

En esta ocasión cabe recordar que un antecesor de Yanguas en la sede episcopal conquense fue Cruz Laplana, pariente de San Josemaría, quien publicó en Cuenca (1934) su primera obra: Consideraciones espirituales.