El sindicato ACAIP-UGT, que representa al funcionario de prisiones atacado por un recluso en octubre de 2021, pide una pena de 15 años de cárcel para el acusado en el juicio que se ha iniciado este miércoles en la Audiencia Provincial de Cuenca por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de atentado.
La Fiscalía había pedido diez años de cárcel para el recluso por el delito de homicidio, así como un delito leve de daños, pero la acusación particular ha considerado que los hechos están "más que probados" y que el acusado era muy consciente de que estaba "atentando contra la vida de un funcionario".
Así lo ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación antes del inicio del juicio el abogado de ACAIP, José Miguel Garrido, que ha añadido que el acusado no ha acudido a la Audiencia conquense para testificar porque Instituciones Penitenciarias ha desaconsejado su traslado debido a su peligrosidad.
Según ha apuntado el letrado, el preso está interno en un módulo psiquiátrico de una prisión de la provincia de Alicante, y aunque estaba prevista su presencia en el juicio "Instituciones Penitenciarias lo ha desaconsejado y la Sala ha determinado que el interrogatorio sea por videoconferencia".
En este sentido, ha apuntado que el acusado, que ha sido condenado hasta en cuatro ocasiones desde 2015 por delitos como abuso o agresión sexual, tiene "un amplio historial" de insultos, amenazas o agresiones a funcionarios.
Asimismo, ha añadido que el recluso era "totalmente consciente" cuando atacó al funcionario "de que lo que estaba haciendo era un delito", por lo que ha rechazado la eximente que por su situación mental ha presentado la defensa.
Garrido ha lamentado también que este tipo de episodios se han hecho más frecuentes en los últimos meses, en parte por una "pérdida de respeto" a los funcionarios de prisiones, que además deben lidiar con la falta de efectivos humanos y materiales.
Respecto a su representado, ha indicado que físicamente está recuperado pero ha sufrido las secuelas psicológicas del ataque, aunque ahora está prestando servicio fuera de los centros penitenciarios.
Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, el recluso se encontraba el 27 de octubre de 2021 en prisión preventiva en el centro penitenciario de Cuenca, cuando comenzó a ocasionar desperfectos en su celda, y llegó a romper cristales de la ventana y la mirilla.
Los funcionarios del Servicio de Prisiones entraron en la celda con material antidisturbios, como cascos, petos o defensas de goma, y le conminaron a salir de la zona del baño, donde se encontraba escondido.
En ese momento, armado con dos de los cristales rotos, el recluso se abalanzó sobre el funcionario que iba en primer lugar, el jefe de servicios, y le ocasionó una herida de tres centímetros en el cuello, cerca de la yugular, la arteria carótida y la tráquea, que según el escrito "era susceptible de haber ocasionado la muerte" de la víctima.