Tras prometer el cargo en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha, el sucesor de Rosa Ana Rodríguez ha explicado cuáles son los principales retos que se marca al frente de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes.
Pastor ha resaltado que se centrará en desarrollar las tres leyes anunciadas por García-Page, que son una ley de Universidades propia de Castilla-La Mancha, una ley de Formación Profesional "tan necesaria y tan demandada" dentro de la comunidad autónoma y la ley regional de Deportes.
El objetivo del consejero es "mantener el sello y la impronta" que hay en Educación, y que pasa por ofrecer "una atención a la comunidad educativa, a todo su componente, al alumnado, y especialmente al profesorado y a las familias".
Para ello, ha aclarado que se debe seguir avanzando en materia educativa, afrontando los nuevos retos, "mediante el diálogo con los interlocutores sociales, con los sindicatos y con toda la comunidad educativa".
Amador Pastor, que en la anterior Legislatura ha sido viceconsejero de Educación, afronta esta nueva etapa "muy ilusionado", aunque ha afirmado que "se abre un camino de trabajo duro".