La figura de calidad 'Miel de Cuenca' pretende abrir un amplio abanico de productos que gozan ya de gran prestigio entre los consumidores, al tiempo que reconoce el esfuerzo y trabajo que el sector apícola de toda la región, y el de Cuenca en concreto, viene realizando desde hace muchos años.
El sector apícola de nuestra provincia cuenta con unas 40.000 colmenas y 521 apicultores, que generaron durante 2010 unos ingresos de 2,5 millones de euros procedentes de 806.000 kilogramos de miel y otros 36.000 de cera. En el conjunto de nuestra Comunidad Autónoma cuenta con más de 150.000 colmenas y unos 1.628 apicultores repartidos en las cinco provincias de la región.
Plan Estratégico de la Ganadería
Se trata de un sector ganadero más y que, por lo tanto, tiene cabida en el Plan Estratégico de la Ganadería elaborado por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente. Fruto de esta Estrategia es la creación, el pasado mes de febrero, de la Comisión Regional de Apicultura formada por representantes tanto de la Administración, como de las asociaciones de apicultores y de las asociaciones agrarias.
En este encuentro se analizaron las novedades que están incluidas en el sistema de seguros agrarios para los apicultores, ante las demandas del sector y como consecuencia de las negociaciones que se han mantenido entre la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente y la entidad nacional de seguros agrarios.
El delegado provincial de Agricultura y Medio Ambiente, Rodrigo Molina, señaló que para el sector actualmente la principal preocupación es la enfermedad nosema ceranae o del síndrome de despoblamiento de las colmenas. Una enfermedad que se trata únicamente con un producto que no está autorizado, por lo que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se está trabajando con la Agencia de Seguridad Alimentaria para que puedan disponer de dicho producto.
Por su parte, el presidente de los apicultores conquenses solicitó que se potencie el Centro Apícola de Marchamalo para que pueda atender con rapidez la demanda de analíticas sanitarias y de calidad. También requieren que los programas en marcha de investigación cuenten con los medios adecuados.