Este jueves, 5 de junio, a las 13:00 horas, la ermita de San Isidro Labrador (Vulgo de Arriba) ha acogido una misa funeral en memoria del pintor Fernando Zóbel y López de Ayala, en el 41 aniversario de su fallecimiento. Zóbel, fallecido en Roma el 2 de junio de 1984 a los 59 años, fue fundador del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y recibió la Medalla de Oro de la ciudad a título póstumo.
El acto religioso ha sido oficiado por el sacerdote y profesor Jesús Ramón Page Artolazábal, quien en su homilía ha ofrecido un sentido homenaje al artista y a su vínculo con el paisaje conquense: “la obra maestra de Dios sobre la tierra de Cuenca: piedra, raíces vivas y agua, moldeadas por Él”, afirmó el sacerdote, destacando cómo Zóbel supo plasmar ese paraíso natural “en una sinfonía de color musicalizada en su obra humana”.
Page también recordó la dimensión personal del pintor, a quien describió como “alguien sencillamente bueno, según el testimonio general de quienes le conocieron”. “Hace ya 41 años que, abandonando esta tierra que él plasmó, se encuentra abrazado al Padre creador de la misma”, concluyó emocionado.
Finalizada la misa, los asistentes se trasladaron al cementerio de Personalidades Conquenses, donde reposan los restos de Zóbel. Allí se realizó una ofrenda floral, y se rezó un responso por su alma y por la de todos los difuntos.
Entre los presentes se encontraban familiares del artista, el director del Museo de Arte Abstracto Español y de Exposiciones de la Fundación Juan March, el director del IES “Fernando Zóbel”, miembros del claustro del centro, así como el presidente y el secretario de la Hermandad de San Isidro (Vulgo de Arriba). Todos ellos quisieron rendir tributo a la memoria de un creador cuya huella sigue viva en la ciudad de Cuenca y en el arte español del siglo XX.
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