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Decálogo del ATC. Corregido y aumentado I

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
martes 31 de enero de 2012, 15:35h

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Primero. El sentido de las palabras.

Mueve a la desconfianza el hecho de que lo que viene para Cuenca sea innombrable. Sin embargo el concepto es claro y la expresividad de nuestra lengua suficiente como para nombrarlo: cementerio o basurero nuclear. Designar las cosas por su nombre no las hace ni mejores ni peores, la negativa a hacerlo, por contra, está también llena de significado. Lo cierto es que el nombre “oficial” completo es Almacén Temporal Centralizado de Residuos Nucleares ATCRS.

Los residuos nucleares a almacenar lo son de una alta peligrosidad que se prolonga por miles de años. Quizás algún día se encuentre la tecnología para reaprovecharlos o hacerlos inocuos, quizás algún día veamos misiones tripuladas a Marte. Más probable veo yo que se acabe la energía nuclear y se desmantelen sus instalaciones, y los nietos de nuestros nietos convivan para siempre con el recuerdo “enterrado” de esa etapa de la especie humana. Por algo será que estas instalaciones están diseñadas, tanto para albergar los residuos nucleares de alta peligrosidad como los restos del desmantelamiento de las centrales.

 

Corregido. Carlos Villeta, responsable de Ecologistas en Acción en Cuenca, me escribe que el nombre completo es “Almacén Temporal Centralizado de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos de alta actividad”.

 

Segundo. Lo difícil es tomar la decisión.

Pero una vez tomada se vuelve irreversible, como parece ser el caso, ya que de lo contrario, al eventual error de la primera opción de ubicación se uniría el problema, ya casi irresoluble, de buscar una alternativa. Vamos, que la patata caliente cuando se suelta no se vuelve a coger. La decisión por otra parte responde a una sencilla ecuación, lo que nadie quiere en España, y no me refiero a un puñado de municipios postulantes (ver punto siguiente), se asigna a la última provincia de España que, por muchas razones que en el fondo quedan subsumidas en esta decisión, es Cuenca.

 

Tercero. El truco de los municipios que se postulan.

Evidentemente es la única forma de colocar un asunto como este, que afecta a un ámbito territorial claramente superior al municipal: convencemos a un puñado de municipios, pequeños y a la desesperada unos, ya nucleares otros, para que se postulen y, en ejercicio de su derecho democrático, le endosen a los territorios colindantes, a la provincia entera, el asunto que nadie quiere, a cambio de magros beneficios para la localidad que, como es pequeña con poco se conforma, mientras los “costes” se imputan-endosan a la comarca y provincia enteras.

 

Cuarto. Los holandeses saben de flores.

En la información-propaganda oficial, y digo esto sin ánimo de ofender, porque en esta democracia imperfecta, en toda información oficial hay una dosis de propaganda, se insiste en que con el ATC seguimos el modelo de Holanda, como si los holandeses, por aquello del complejo de los españoles, fueran más listos o más avanzados. No es el caso, y puestos a buscar al pueblo mas formal y capaz, quizás nos fijaríamos en los japoneses, y el espectáculo que han dado con el accidente nuclear de Fukushima creo que nos iguala definitivamente a todos los humanos en incompetencia y estulticia, baste el dato de que no adquirieron el modelo de central nuclear mas avanzado del momento a pesar de que su instalación lo iba a ser en zona de alto riesgo sísmico. Todo lo cual nos lleva al siguiente punto.

 

Quinto. ATC y AGP.

La solución mas segura en la actualidad para los inseguros residuos de una industria de alto riesgo como es la nuclear es el Almacén Geológico Profundo, pero claro, es una opción mas cara y compleja y, véase los japoneses ahorrando de donde no debían, ¿quien se va a gastar mas si se puede gastar menos y endosarle la castaña a otro?, en este caso a los vecinos de las tierras de Cuenca.

 

Sexto. Apunten las compensaciones del ATC a la cuenta pendiente de las del trasvase.

Imagino que la información-propaganda oficial de la época del Tajo-Segura puso en valor la necesaria solidaridad entre territorios, esa tan paradójica del pobre para con el rico, del débil para con el fuerte. Imagino que se puso en valor el beneficio en la comarca por las obras, la posibilidad de trabajar en ellas, la necesidad de dar casa y comida a los obreros foráneos y la prosperidad de ello deducida. Debió ser determinante la promesa de compensaciones, más generosas en aquella época, ya que no se reducían a un puñado de puestos de trabajo y se extendía a jugosas indemnizaciones económicas y agua en todos nuestros pueblos.

Si la instalación del ATC ahorra 60.000 euros diarios en los próximos 60 años (la prórroga vendrá luego), si tenemos en cuenta los inmensos beneficios de la industria nuclear, yo por menos de mil millones de euros para Cuenca ni empezaba a hablar.

 

Aumentado. Las centrales nucleares producen anualmente en España en torno a 15 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Digo yo que por guardar los residuos resultantes de esa producción tendremos que cobrar en Cuenca a porcentaje.

 

Séptimo. Nos había salido mas barato ponerles un estanco.

Con todo mi cariño y respeto para los vecinos y vecinas de Villar de Cañas, pues en su lucha por un futuro mejor no puede haber más que dignidad, pero no vaya a ser que una vez más el camino al infierno esté empedrado de buenas intenciones. Las cifras oficiales hablan de 150 puestos de trabajo para operar el almacén, el resto son una tomadura de pelo ya que poco beneficio deja en la tierra el proceso de construcción, como hemos visto en una obra de mayor envergadura presupuestaria como es el Ave a su paso por la provincia.

Dejemos esos 150 puestos en 100, una vez descontada la parte de propaganda de la información oficial. De esos 100 puestos de trabajo, todos ellos con una exigencia de perfil profesional irrenunciable debido al elevado riesgo del cometido solo una pequeña parte podrá ser ocupado por los vecinos de la localidad o aledaños, el resto lo será por profesionales que desde Madrid o Valencia tendrá fácil trabajar en el pueblo y vivir en la ciudad. Un puñado de puestos de trabajo a cambio de quedarnos en Cuenca con lo que no quiere nadie, un trato en el fondo tercermundista, cual colonizador que compra tierras y recursos por un puñado de baratijas.

Aumentado. Como no podía ser de otra manera, aquí también hay recalificaciones urbanísticas. Paece ser que los terrenos para la construcción de esta instalación no serán expropiados, lo cual es lógico ya que no se trata de una obra de interés público, se trata de guardar la basura de una industria privada, la nuclear, muy lucrativa por otra parte si se queda con los beneficios mientras socializa los costes.

 

Octavo. Seguridad nuclear temporal, como el ATC.

Por el rosario de incidentes vinculados a la industria nuclear, el concepto de seguridad digamos que es tan relativo como el tiempo que transcurre hasta el siguiente incidente. Un cementerio nuclear de estas características tiene dos tipos de riesgos, los de ataque bélico o terrorista, tanto a sus instalaciones como a la cadena logística de transporte de residuos, y los vinculados al sistema de refrigeración, porque, sorpresa, los residuos almacenados desprenden calor y deben ser refrigerados y, donde existen instalaciones funcionando hay riesgo de que dejen de hacerlo o lo hagan mal.

Por otra parte, es un tema sabido, la probabilidad del accidente nuclear es muy baja pero la gravedad del evento una vez producido es muy alta.

 

Noveno. Los políticos lo solucionarán.

Creo que si esta decisión la hubiera tomado un gobierno del partido socialista sus representantes en la región y en Cuenca la habrían vendido como algo positivo, a fin de cuentas los partidos son organizaciones piramidales, y así debe ser en gran medida. Lo que me sorprende es la postura del partido popular, pero también la entiendo por lo de la jerarquía, que considera bueno para Cuenca lo que rechaza para Guadalajara. En cualquier caso, y a tenor de la previsión del punto segundo, en Cuenca teníamos todas las papeletas.

 

Décimo. Corolario. Cuenca, Naturaleza, Cultura y Basura.

Creo que Cuenca, la provincia, es el ámbito geográfico, jurídico, político y administrativo que corresponde atender porque es toda la provincia la que se va a ver afectada por la identificación de la marca provincial con una propaganda contraproducente para sectores emergentes como el turismo o la agricultura ecológica o de producto.

Cuenca debe en mi opinión oponerse con todas las fuerzas cívicas que le queden a la instalación en su territorio de este cementerio nuclear. Y creo que en esta oposición debe encontrar esta tierra una nueva bandera para exigir la justicia que este país y esta región no han tenido con esta provincia. O el ATC se va para las tierras que se benefician de la energía nuclear (los territorios más desarrollados) o las compensaciones tienen que regar de euros esta tierra. Y no seré yo quien diga cual de las dos opciones anteriores es la más adecuada, plausible o viable.

 

Jesús Neira Guzmán

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