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La participación inmigrante en las elecciones municipales, “por ley”
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La participación inmigrante en las elecciones municipales, “por ley”

Por Sergio Valverde
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sergiocuencanewses/6/6/17
lunes 27 de abril de 2015, 10:30h

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La Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en su artículo 176, establece que “gozan del derecho de sufragio activo en las elecciones municipales los residentes extranjeros en España cuyos respectivos países permitan el voto a los españoles en dichas elecciones, en los términos de un tratado”, países entre los que se encuentran Noruega, Ecuador, Nueva Zelanda, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Islandia, Bolivia, Cabo Verde y, desde este año, también Corea y Trinidad y Tobago.

 

Junto a ellos, las personas residentes en España que, “sin haber adquirido la nacionalidad española, tengan la condición de ciudadanos de la UE”, que “reúnan los requisitos para ser electos” exigidos también para los españoles y “hayan manifestado su voluntad de ejercer el derecho de sufragio activo en España”.

Asimismo, en virtud del artículo 177 de la mencionada Ley Orgánica, son elegibles en las elecciones municipales todas las personas residentes en España que, sin haber adquirido la nacionalidad española, “tengan la condición de ciudadanos de la UE o bien sean nacionales de países que otorguen a los ciudadanos españoles el derecho de sufragio pasivo” en sus respectivas elecciones municipales “en los términos de un tratado”.

A este respecto, deben reunir “los requisitos para ser elegibles exigidos en esta ley para los españoles” y no deben haber sido “desposeídos del derecho de sufragio pasivo en su Estado de origen”.

El artículo 187 bis, por su parte, establece que, para ejercer este derecho, además de los documentos necesarios para acreditar que reúnen los requisitos exigidos por la legislación española, los interesados deben aportar una declaración formal en la que conste su nacionalidad y domicilio en España, que no se encuentra “privado del derecho de sufragio pasivo en el Estado miembro de origen” y, en su caso, “la mención del último domicilio en el Estado miembro de origen”.

 

Inscripción obligatoria en el Censo Electoral de Extranjeros Residentes en España

En cualquier caso, para ejercer el derecho de sufragio activo en los procesos electorales municipales es imprescindible la inscripción en el Censo Electoral de Extranjeros Residentes en España (CERE).

Una inscripción que tiene carácter permanente en el caso de los nacionales de la UE, mientras que, en el caso de ciudadanos nacionales de países con acuerdos establecidos vigentes con España solo tiene efecto en las elecciones municipales para las que se realicen solicitudes.

Según la orden EHA/2264/2010, de 20 de julio, por la que se dictan normas e instrucciones técnicas para la formación del censo electoral de residentes en España que sean nacionales de países con Acuerdos para las elecciones municipales, las condiciones que deben reunir para tener derecho a la inscripción en el CERE son ser mayor de 18 años y no estar privado del derecho de sufragio activo.

Se exige, además, estar inscrito en el Padrón municipal de habitantes, estar en posesión de la autorización de residencia en España, haber residido legalmente en España el tiempo exigido en el correspondiente acuerdo y cumplir “los demás requisitos establecidos en el correspondiente Acuerdo”.

Las solicitudes deberán presentarse en el Ayuntamiento del municipio donde reside entre el 27 de octubre y el 30 de diciembre del año anterior a la celebración del proceso electoral, en el caso de electores nacionales de cualquier país de la UE, a quienes se les exige la manifestación de voluntad de ejercer el derecho de sufragio activo en España en las elecciones municipales, que pueden hacer en el ayuntamiento de su municipio de residencia.

En el caso de electores nacionales de países con acuerdos establecidos vigentes para las elecciones municipales el plazo de solicitud va del 1 de diciembre del año anterior al 15 de enero del año en que se celebren dichas elecciones municipales y será el ayuntamiento el que envíe las solicitudes a la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral correspondiente a su provincia.

 

“Votar es un derecho y un deber y permite valorar o sancionar”, Violeta Vartic, presidenta de la Asociación Hispano-rumana de la provincia de Cuenca

Según datos facilitados por la Oficina Municipal del Padrón de Habitantes, Cuenca capital tiene una población de 57.760 habitantes, de los cuales 6.492 son inmigrantes empadronados, siendo el rumano el colectivo más numeroso, mientras que, según datos aportados por la Oficina del Censo Electoral del Instituto Nacional de Estadística, de cara a los próximos comicios municipales tienen derecho a voto 41.465 electores conquenses residentes en Cuenca capital por 156.964 en toda la provincia, 726 electores conquenses residentes en el extranjero por 2.705 procedentes del conjunto de la provincia y 341 electores extranjeros residentes en la capital por 2.548 en el conjunto de la provincia.

De estos últimos, 2.044 son ciudadanos rumanos, 184 búlgaros y 56 portugueses y para todos ellos, que eligieron Cuenca como destino donde iniciar un nuevo proyecto de vida, “votar es un derecho, pero también un deber, ya que permite valorar o sancionar la gestión de los políticos”, a juicio de Violeta Vartic, presidenta de la Asociación Hispano-rumana de la provincia de Cuenca.

Vecina de Tarancón desde el año 2000, asegura que la población rumana “suele votar, no en un número muy elevado, pero suele hacerlo”, animando a todos los extranjeros a participar porque, dice, “igual que tienen derechos, también tienen deberes y su voto es importante, es muy valioso”. “Da igual a quien voten”, continúa, corroborando que, “como todos los ciudadanos, en los pueblos o ciudades pequeñas se votan a la gente que está ahí, valorando el trabajo que ha hecho” y con la esperanza, admite, de que “nuestro voto sirva para mejorar y contribuir a mejorar al país, como contribuimos a través de nuestro trabajo”.

Una “pequeña parte de la comunidad”, revela, “no vota porque considera que no se ha hecho nada por los trabajadores o por los ciudadanos” porque los inmigrantes “votan como ciudadanos, no en relación al colectivo al que pertenecen”, ya que lo que “preocupa es la convivencia”.

Y es que, asevera, “los rumanos que vivimos en Cuenca nos sentimos rumanos conquenses y estamos orgullosos de vivir aquí y compartir la vida con los conquenses”, al igual que lo estaba “el 30 o 40% de la población inmigrante rumana de la provincia que, en los últimos dos o tres años, han vuelto a emigrar, no solo de vuelta a Rumanía, sino a Alemania, Francia o países nórdicos”. Así, en los últimos dos años, la asociación, que cuenta con más de 585 asociados y atiende los problemas de cualquier inmigrante, ha tramitado más de 200 expedientes de regreso, y ha planteado al Ministerio de Empleo de Rumanía “un plan de medidas para implantar allí, dada la situación económica en España”, porque, según Vartic, “esperanza tenemos, como todo el mundo, pero aún no vemos la lucecita”.

A la “excelente relación con la Embajada en Madrid”, se une una relación “muy buena con las administraciones de Cuenca y Castilla-La Mancha”, porque, confirma, “somos una asociación apolítica y trabajamos con los dirigentes del momento, da igual el color del partido”, admitiendo que la asociación “siempre ha encontrado apoyo y se nos ha atendido en las necesidades planteadas”, por lo que, hace hincapié, “no reprochamos falta de seriedad por parte de las instituciones, que siempre colaboran y representan nuestras inquietudes”

 

La inmigración, en campaña

Ante el nuevo proceso electoral, confirma Violeta desde su experiencia en elecciones anteriores, “los candidatos intentan ponerse de acuerdo con todas las asociaciones, aunque este año aún no hemos recibido propuesta de reunión por parte de ningún partido”, lamentando que, “en campaña, todo lo que se plantea al final es todo propaganda electoral, solo promesas”. Por ello que reclama “seriedad” además de “programas sociales que respondan a las necesidades de todas las personas, que no permitan que haya familias que no pueden dar de comer a sus hijos, que se eliminen las colas de Cáritas o Cruz Roja o que den facilidades para asentarse”, porque, resuelve, “cuando se quiere, se puede y todos somos ciudadanos y es lo que valoramos, no hacemos política”.

El colectivo inmigrante reivindica también, a su entender, “acceso al empleo, porque las ayudas no son el futuro” además de “facilidades para constituirse en pyme o como autónomos, que en las oposiciones se tenga en cuenta a los inmigrantes que respondan a las exigencias”, así como su incorporación a los departamentos de Servicios Sociales, que considera “absolutamente necesaria” ya que una persona inmigrante, “por su experiencia, por su capacidad y por su preparación, no puede ser sustituida por un autóctono”.

En este sentido, Vartic califica de “curioso que tanta gente tan bien preparada, que participa en proyectos de integración, pueda hacerlo solo como voluntario, porque la puerta a estas instituciones está cerrada”, a pesar de que, insiste, “un inmigrante tiene al menos dos idiomas, el materno, el de acogida y, muy posiblemente, un tercer idioma como inglés o francés”. Un perfil que “puede enriquecer mucho y una experiencia que no se aprovecha”, al igual que ocurre, espeta, “con los jóvenes españoles que están emigrando y a los que los inmigrantes entendemos mucho mejor que los políticos”, a los que pide iniciativas “para atraerlos”.

Respecto a la representación del colectivo inmigrante en las candidaturas de los partidos, la regla de la asociación “es clara, si el interesado en integrar una lista pertenece a la junta directiva, debe dimitir”, subrayando, no obstante, como un “gran error de los inmigrantes el no participar en las listas”, situación que atribuye a que, en las ocasiones en las que se han presentado, “gente muy bien preparada, que puede aportar experiencia, en el caso de estar en la lista, nunca ocupa un lugar en el que pueda salir elegido”. En su lugar, concreta, son elegidos “otros que no tienen ningún vínculo de preparación al área en la que van a trabajar”, lo cual “desanima y hace que no militen en ningún partido, porque están viendo que son mero relleno”.

Es por esto que exige a los “responsables de los partidos políticos, que sepan elegir a personas tecnócratas y cuya profesión esté relacionada con la concejalía que va a ocupar” y no a personas “no preparadas para ello”.

 

“Que trabajen en pro de Cuenca más que de sus partidos”

En la misma línea, la presidenta en Cuenca de la Asociación Ixmucané, la guatemalteca Patricia Valencia, con la doble nacionalidad y residente en España desde el año 1999, pide a los políticos conquenses “que trabajen en pro de Cuenca más que de sus partidos”, porque, puntualiza, “si las tres administraciones son de diferente signo, es Cuenca quien lo sufre” y quien “tiene que pagar las consecuencias de las diferentes políticas, cuando se supone que todas están para trabajar por los ciudadanos” con independencia “de los socios que tengan”.

Como representante de un colectivo que agrupa a más de medio centenar de inmigrantes de Honduras, Paraguay, Ecuador, Bolivia o Europa del Este, Patricia Valencia admite que los candidatos por parte de los diferentes partidos políticos que concurren a unas elecciones municipales en Cuenca “nunca han hecho distinciones por grupos de población, yo no he vivido aún que nos reúnan ni nos convoquen para escucharnos”.

Aún así, les aconseja, “yo me iría más a los barrios, a los lugares donde vive la gente, donde hay zonas de juegos infantiles muy deterioradas”, denunciando, además, que a los inmigrantes sin trabajo “los hemos cubierto y atendido entre nosotros, porque es muy importante este tipo de asociaciones como red de apoyo”.

 

“Gente que no ha votado nunca, ahora está averiguando cómo hacerlo”

Según la responsable de Ixmucané en Cuenca, “los inmigrantes están interesados en saber qué se les ofrece, aunque no suelen estar muy informados”, avanzando que hay “gente que no ha votado nunca y ahora está averiguando cómo pueden hacerlo para elegir a quien más les convenga”.

En este punto, reconoce, “si en las candidaturas hubiera un representante inmigrante, eso atraería votantes, por la tendencia a pensar que puede hacer algo por nosotros”. Al mismo tiempo, apunta, “siempre existe la desconfianza de para qué presentarse, si tienes que afiliarte, hay recelos, por lo que no hay muchos inmigrantes que se afilien”. La consecuencia de todo ello es que “se quedan atrás, fuera, y es la pescadilla que se muerde la cola”.

Entre los inmigrantes que no han ejercido su derecho al voto, ni en España ni en su país de origen, se encuentra Giselle Serrano, nacida en República Dominicana hace 28 años y que, recién cumplida la mayoría de edad, decidió emigrar a nuestro país. Tras siete años trabajando de camarera en un bar de la capital detrás de cuya barra ha visto cómo “la situación en Cuenca es cada vez peor y las ayudas a los extranjeros son cada vez menores”, critica que los inmigrantes “no se sienten representados por los políticos, que se dedican solo a hablar y no hacen nada, no demuestran valer para nada ninguno”.

Esas son algunas de las razones que, al igual que a esta joven, impulsarán a muchos de los inmigrantes residentes en nuestra capital y provincia a ejercer su derecho al voto por primera vez en las elecciones del 24 de mayo, porque, como arguye Giselle, muchos piensan que “hay que innovar, a ver si tenemos más suerte”.

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