¿En algún momento se ha planteado no presentarse a la reelección?
Antes de tomar la decisión de estar en disposición de ser otra vez candidato, valoré cuestiones políticas y cuestiones personales. Mucho estas últimas, pero tengo la suerte de que mi mujer me apoya incondicionalmente, minuto a minuto. Y cuando las cosas están difíciles es cuando uno debe comprometerse más todavía. Tenía muy claro que lo peor ya ha pasado y, si consiguiese la confianza de los conquenses para ser alcalde otros cuatro años, podría poner en marcha iniciativas importantes que durante estos cuatro años no hemos podido, por la sencilla razón de que, en los tres primeros años, nos hemos vaciado en que no se nos cayera el Ayuntamiento, porque estaba en la ruina, con una deuda brutal. Yo estaba dispuesto, pero primero tenía que saber si también estaban dispuestos mis compañeros de la Agrupación Local y, aunque no estaba obligado, fui el único candidato de España que ya es alcalde que planteó un proceso de primarias y el que quisiera presentarse ya solo necesitaba el 20% de los avales. Conseguí el apoyo, mediante avales, del 66% de los compañeros de la Agrupación Local y, a partir de ese momento, soy candidato del PSOE. Hice algo parecido con la candidatura. Tengo la ventaja de que, al ser un candidato legitimado mediante un proceso democrático y participativo, mis compañeros me dan toda la legitimidad para que elabore la candidatura.
Otros han sido elegidos a dedo y la lista se la hace el jefe el partido. Yo elaboro la candidatura escuchando a mucha gente de dentro del partido, pero también de fuera. Hablando con los actuales compañeros del equipo de gobierno, que han dado un ejemplo de compromiso, de entrega por Cuenca, de capacidad de trabajo y de sufrimiento. Pero, a la inmensa mayoría de ellos ya no les podía pedir más. Y, a continuación, someto la candidatura a la aprobación de los compañeros, a través de voto personal y secreto. Yo creo que tiene importancia porque muchas veces se habla de que hay que cambiar la forma de hacer política, darle participación a la gente y hacer procesos democráticos. En la Agrupación Local de Cuenca lo estamos haciendo y, lo digo modestamente, somos un ejemplo, a nivel español, dentro del PSOE y ya no digo fuera. Nosotros tomamos las decisiones democráticamente, dialogando. Y eso te da mucha legitimidad. Lo que sí puedo decir es que mi ilusión es mayor que la de hace cuatro años.
¿Qué nota cree que se merece como alcalde durante estos cuatro años?
La valoración del trabajo que hace uno, sobre todo si está en política, la deben hacer los demás. Yo lo que puedo decir es que, como siempre he hecho, pero con una intensidad algo mayor durante estos cuatro años, me he volcado, todos y cada uno de los minutos de la legislatura, con Cuenca y los conquenses. No he escatimado ningún esfuerzo, he sufrido mucho y he disfrutado también. Las dificultades, a mí me educaron así de pequeñito, no sirven para que uno se arrugue, sino todo lo contrario, para que uno se crezca cuando uno está comprometido con el objetivo. Lo que puedo decir es que he trabajado muchísimo. Un trabajo poco vistoso porque durante tres años nos hemos dedicado a que no se cayera el Ayuntamiento y esto no se ve. Hemos tenido que reducir gastos, que subir los impuestos y algunas tasas porque no había otra forma de cuadrar las cuentas y porque así nos lo exigía el Gobierno por los planes de pago a proveedores y las medidas extraordinarias de liquidez. Eso sí, nosotros hemos cuadrado las cuentas sin privatizar ningún servicio público municipal y sin despedir a ningún interino. Porque, por ejemplo, la señora Cospedal no ha cuadrado las cuentas, sigue teniendo déficit, lo tuvo en 2013 y 2014 y el Ayuntamiento de Cuenca no. Hemos cuadrado las cuentas y lo hemos hecho de forma diferente porque, si estamos por la defensa de la gestión pública de recursos tan esenciales como es el ciclo integral del agua, apostamos por una gestión pública a través de una empresa, Aguas de Cuenca, 100% pública municipal. El único sitio del planeta Tierra donde creo que la gente discute que una empresa que sea cien por cien municipal pueda no ser pública es en Cuenca, otra cosa es que se valore la gestión, si es buena o mala o si se podía gestionar mejor de otra forma. Y todo sin despedir interinos porque, claro, si uno está por la defensa del empleo, lo que no puede hacer es despedir trabajadores. Se puede mantener el empleo si ese es tu objetivo.
Desde luego, tienes que reducir gastos, pero los tienes que reducir de otro lado. Hemos tenido una pelea muy grande y muchas discusiones con el Gobierno de España para mantener el IMD y la Escuela de Música porque cree que son servicios que no son obligados para un Ayuntamiento y son deficitarios pero yo le digo al Gobierno que, si en la totalidad del Ayuntamiento somos capaces de no generar déficit, no nos mire apartado por apartado. Lo último, y solo si es imprescindible, es despedir trabajadores. Porque, cuando se destruye empleo, el efecto negativo sobre la economía de la ciudad nos llega a todos. Cuenca está económicamente tan deprimida, fundamentalmente, por los puestos de trabajo que se han perdido en el sector público, en la sanidad, educación y servicios sociales.
La gente que pierde su empleo porque Cospedal la ha despedido, o se va de Cuenca o reduce sus gastos al mínimo. Desde un punto de vista de política económica local hay que intentar mantener los puestos de trabajo y eso es poco vistoso. Pero durante el último año hemos podido empezar a hacer proyectos de inversión para el mantenimiento de algunas zonas de la ciudad, hemos retomado el Urban o vamos a cambiar la red de abastecimiento de las Quinientas, que tiene gravísimos problemas desde hace muchísimo tiempo. Esto es lo que, con muchísimo trabajo, hemos hecho todos y cada uno de los trece que formamos el equipo de gobierno. Incluso, me voy a acordar de Gregorio Sebastián, que estuvo con nosotros año y medio. Hemos trabajado mucho, hemos sufrido mucho y hemos tenido satisfacciones. Y lo hemos hecho por compromiso con Cuenca. Lo que nos mueve es el amor incondicional que le tenemos a esta ciudad y a toda la gente de esta ciudad. Pero los que tienen que valorar ese trabajo y la consecución de esos objetivos son otros que no soy yo.
Si Cuenca fuese un Fórmula 1, ¿cómo cree que la ha conducido?
La pregunta está muy bien elegida porque conduzco y, sobre todo, soy un gran aficionado a la Fórmula 1 desde pequeñito, por mi padre. No Cuenca, el ayuntamiento que yo me encontré era un Fórmula 1 que tenía los neumáticos gastados, con mucho grip, el motor completamente gripado y las suspensiones rotas. Y, a partir de ahí, uno tiene que salir a correr. Claro, tardas tanto en arreglar el coche que, cuando te pones a correr, ha pasado un cierto tiempo, de ahí lo de los tres años y, como todo el mundo sabe, ajustar un Fórmula 1 requiere mucho tiempo, que se lo digan a McLaren. Si encima resulta que los otros que están en la pista se dedican más que a correr a chocar…
¿Qué valoración haría de la oposición?
Yo conozco a muchos alcaldes y alcaldesas. Fundamentalmente a los que forman parte del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, hay de todos los colores políticos. Cuando cuento algunos comportamientos, y no los cuento todos, de algunos miembros del grupo popular, en concreto de su portavoz, no dan crédito. Por ir a lo último: el Grupo Popular presenta una querella contra un concejal, Enrique Hernández Valero. Dice el juez, en Primera Instancia, que no hay nada; dice la Audiencia Provincial que la archiva y el señor portavoz erre que erre. Han presentado también alguna querella contra mí, han alentado otras. Esta oposición tan agresiva, tan destructiva, creo que es única en España. Pero lo peor no es esto, lo peor es el silencio cómplice algunas veces e incluso el aplauso descarado e incomprensible, otras, cuando la señora Cospedal nos despreciaba tomando decisiones que perjudicaban gravemente a todos los conquenses. Eso es lo grave. Lo grave tampoco es la dureza, la violencia que han empleado contra el equipo de gobierno, que es más grave que lo anterior o que no hayan aportado nada, que todo hayan sido zancadillas, empujones, codazos y algún que otro cabezazo. Lo más grave es que cuando la señora Cospedal tomaba decisiones que nos perjudicaban, que nadie diga nada. Como ocurrió con el Conservatorio Superior de Música, algo muy simbólico. Quiero que quede claro que tengo claro que no todos los concejales y concejalas del Grupo Popular tienen esa actitud y que muchísimos militantes, simpatizantes y votantes del PP no comparten esa estrategia. Eso también lo tengo claro. Y lo del presidente del PP de Cuenca ya es para nota: le parecía bien porque en Albacete hay más gente.
Lo pongo como ejemplo porque, para mí, eso es lo más grave. En política estás donde te ponen los ciudadanos, en el gobierno o en la oposición. Pero hay una cosa que es compartida: estar en política significa servir a los ciudadanos a los que te debes, en este caso a los ciudadanos de Cuenca y sea quien sea quien tome decisiones que perjudiquen a Cuenca, uno, esté en el gobierno o en la oposición, sea del color que sea, se tiene que oponer, al menos manifestar un desacuerdo. Yo lo he dicho pública y privadamente: adquiero con los conquenses el compromiso de que, si Emiliano García-Page es presidente de Castilla- La Mancha, si en algún momento, que creo que no va a ocurrir, tomase una decisión que perjudicase a Cuenca y yo sigo siendo el alcalde, combatiré esa decisión. No solo protestaré y manifestaré mi desacuerdo, sino que combatiré esa decisión con más fuerza de la que he combatido esta legislatura las decisiones de Cospedal. Y si no fuera alcalde y se produjeran esas decisiones, las combatiría igual. Como alcalde o como concejal, lo que quieran los conquenses el 24M, yo estaré siempre por defender los intereses de Cuenca por encima de cualquier interés. Desde luego los de mi partido y desde luego los de los dirigentes de mi partido. Lo que he dicho de García-Page vale para el mismísimo Pedro Sánchez.
Hablando de deslealtad, ¿recuerda algo que le haya dolido especialmente?
A Cuenca le ha hecho mucho daño el desmantelamiento del Hospital Virgen de la Luz. En ningún hospital de Castilla-La Mancha se ha recortado tanto. Se ha despedido a cientos de trabajadores, se han cerrado plantas, se han eliminado servicios. La asistencia sanitaria que tenemos los conquenses en nuestro hospital es bastante peor que la que había hace cuatro años. Pero todavía peor es que 60.000 conquenses de la provincia, que antes podían venir a este hospital si necesitaban atención hospitalaria, ahora no pueden venir. Tienen que ir obligatoriamente a otros hospitales. Haciendo un cálculo de la gente que deja de venir a Cuenca por esta razón, a lo largo de un año, alrededor de 36.000 personas dejan de venir a Cuenca, entre pacientes, familiares y amigos que vienen a visitar al paciente. Todo eso es un bocado enorme que se ha dado a la economía de la ciudad después de echar a tantos profesionales que se van de Cuenca o que consumen menos y de tener peor asistencia sanitaria.
Igual ocurre en educación, donde se ha despedido a mucha gente, mucha de la cual no trabajaba en centros educativos de la capital, pero vivía en la capital. Y esa gente, al igual que los profesionales sanitarios, o se han ido, o han reducido su gasto al mínimo. Eso es lo que más daño ha hecho a Cuenca. Pero hay más desprecios tremendos: a principios de legislatura intenté retomar la urbanización de los terrenos de Adif, fundamentalmente para mejorar la conexión entre la estación del AVE y la ciudad. Me recibió el entonces secretario de Estado, hoy ministro de Justicia, quien fue muy amable. Me dijo que volvería a llamarme y no me llamó. Pedí la ayuda de la señora Cospedal como presidenta de Castilla-La Mancha y el silencio y el desprecio por respuesta. Hace unos meses, lo que yo le había pedido para Cuenca y no nos concedió se lo concede a los talaveranos. Yo encantado de que los talaveranos tengan el apoyo de su presidenta, pero exijo que se trate igual a los conquenses que a los talaveranos cuando así se lo solicitó el alcalde de Talavera, al que felicito por su éxito. ¿Qué miró ahí la señora Cospedal? Da igual de qué color político sea el alcalde, ella es presidenta de todos, de los talaveranos y los conquenses. Eso tiene también una carga simbólica.
La actuación sobre los terrenos de Adif será uno de los grandes proyectos y objetivos de esta legislatura, suponemos…
Cuenca tiene un potencial impresionante con el AVE, pero tiene un problema con la conexión de la estación con la ciudad y eso hay que solucionarlo. Tenemos la ventaja de que hay unos terrenos con los que lo podríamos hacer. Es algo en lo que yo seguiré insistiendo si sigo siendo alcalde y, desde luego, con el apoyo, en ese caso sí, de quien yo creo y espero que sea el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García page. Ahora bien, las circunstancias económicas de la región y del país son las que son. Yo no voy a pedir nunca imposibles, pero conectar la estación con la ciudad mediante una vía rápida y que nos permita, en transporte privado o público, llegar antes, es irrenunciable y voy a seguir trabajando por ello.
También espero que, cuando cambie el Gobierno de España, porque ahora ha sido imposible, nos ayude a pagar el transporte público entre la estación del AVE y la ciudad, como sí hacen en otras ciudades y no hacen en Cuenca.
Precisamente, uno de los grandes problemas de la legislatura ha sido el del transporte urbano, ¿cómo cree que se ha resuelto?
El día que empezó a trabajar la actual corporación teníamos convocada una huelga de conductores. Cuando yo llegué a la Alcaldía teníamos un transporte urbano muy similar al que tenemos en estos momentos, pero se debían dos millones de euros. En la pasada legislatura el PP decía que iba a sacar el pliego de condiciones para cambiar la empresa y no lo hicieron, nosotros lo hicimos en cuanto pudimos. Ahora este transporte lo pagamos religiosamente, no estamos generando ninguna deuda y me llama la atención cuando el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Cuenca dice que antes había más autobuses a la estación del AVE.
Alguno más había, lo reconozco, pero no se pagaba. No se pagaba nada y eso no es serio. Me llama la atención el descaro de alguien que mantenía un servicio, digamos, de manera ficticia, porque no se pagaba.
Con todos estos condicionantes, qué es más difícil ¿haber llegado a la Alcaldía, o mantenerse?
En la vida, no solo en la política, lo difícil no es llegar, por difícil que sea llegar, lo difícil es mantenerse. Soy consciente de que el reto de tener un segundo mandato es muy difícil. Yo lo he asumido, creo que mi ilusión y mi motivación son todavía mayores. Y era mucha hace cuatro años, pero ahora es todavía mayor. En todo caso, lo de mantenerse… solo un tiempo.
Respecto al resto de candidatos, ¿cómo los valora?
Yo he dicho siempre que no entro en valoraciones, ni de candidatos ni de candidaturas porque siento un respeto enorme por cada uno de ellos. Yo lo digo y lo hago. Dicho esto, el candidato del PP fue designado mediante el sistema digital por la señora Cospedal y el señor Prieto después de intentar otras opciones. Ahora, una de las cosas que es fundamental para los conquenses es que nos diga qué piensa del trato que la señora Cospsedal y el señor Prieto le han dado a esta ciudad. Mariscal estuvo en el equipo de gobierno en la legislatura pasada y, sobre ese destrozo económico, algo debería decirnos. Algo debería decirnos sobre el acuerdo secreto, tan lesivo para los intereses del Ayuntamiento de Cuenca, con Termalia para darle seis millones de euros. Pertenecía a ese equipo de gobierno, tendrá que decir si lo sabía o no. Creo que estas son cuestiones que interesan a los conquenses.
Lo que sí puedo decir es que, una vez despejada la incógnita de qué candidaturas ha validado la Junta Electoral hemos llegado a la conclusión de que la única alternativa para evitar que los dirigentes del PP, servidores de Cospedal y no de los conquenses, lleguen a gobernar esta ciudad, es la candidatura del PSOE que yo encabezo. Y esto lo digo para toda la gente de izquierda de Cuenca y para toda la gente de centro.
El que “Cuenca sí puede” no haya podido validar su candidatura, ¿a quién cree que puede perjudicar o beneficiar?
No se han presentado, esto es así, pero en cuanto a los efectos que va a tener sobre los resultados del 24 de mayo, serán los que decidan los conquenses. No sé si eso beneficia o perjudica pero, con el panorama actual, viendo las siete candidaturas que nos presentamos, la única alternativa para que la gente de Cospedal no gobiernen esta ciudad, con todo lo que eso significa, la única alternativa para pararle los pies a esta gente es el PSOE. Ya nos han demostrado que no les importa Cuenca, sino quedar bien con los jefes y, por supuesto, con la gran jefa del partido.
A muchos simpatizantes y votantes del PP este comportamiento de no defender a Cuenca y aplaudir los desprecios de la jefa, incluso esa forma de elegir candidatos y candidaturas, sin darles ninguna participación, yo sé que no les gusta. No sé qué decidirán hacer el 24 de mayo, pero sé que eso no les gusta. Incluso a estas personas que han votado habitualmente al PP yo les digo que, si lo que les interesa es la defensa de los intereses de Cuenca y si valoran los procedimientos abiertos y democráticos para elegir a los candidatos a unas elecciones, a ellos también les voy a pedir que me den su confianza.
Y, si no obtiene la confianza suficiente, ¿se puede hablar ya de pactos?
Hay que ver qué deciden los conquenses el día 24 y, en función de lo que decidan los conquenses, habrá que proceder. Yo, tenga el apoyo que tenga de los conquenses, creo que lo que nos piden los ciudadanos, en Cuenca y en el resto de España, es que las fuerzas políticas debemos dialogar más y debemos intentar llegar a acuerdos, con independencia de tener o no mayoría absoluta. Hay que tener claro que lo que los ciudadanos quieren de los políticos es algo muy diferente a lo que se ha estado haciendo hasta ahora y el político que no se dé cuenta va a ir contracorriente. Hay que cambiar la cultura política de este país a todos los niveles y recuperar una cultura política que es la que mejor le vino a nuestro país, la que se hizo a finales de los años 70 y principios de los 80 y que consiste en dialogar y en que los grandes proyectos necesitan de mucho tiempo y, durante todo ese tiempo, es evidente que no van a gobernar los mismos, pero, i tienen el apoyo de un gran consenso político, son proyectos que saldrán adelante. Estoy planteando la necesidad de que el ambiente político en el Ayuntamiento sea todo lo contrario a lo que ha habido en esta legislatura, porque así lo han querido los dirigentes del PP de Cuenca y la señora Cospedal. Órdenes que se ha encargado de ejecutar el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Cuenca. Pero hay que esperar a lo que pase el día 24. Yo hablaré con todo el mundo, pero lo único que es irrenunciable son los intereses de Cuenca y, evidentemente, hay una serie de valores políticos que tienen que ver con el apoyo a los que más ayuda necesitan: no se puede apoyar igualmente a quien puede valerse por sí mismo que a quien no. A partir de ahí, lo que elijan los conquenses y, en cualquier caso, sea cual sea la situación numérica en cuanto a concejales, hay que hablar con todos, al menos, con las fuerzas políticas que resulten representadas en el Ayuntamiento.
Usted propone una candidatura renovada para una nueva etapa…
Es una nueva etapa no por la obviedad de que se inicia una nueva legislatura, sino porque el ambiente político ha cambiado porque los ciudadanos quieren otra forma de hacer las cosas por parte de los políticos Por supuesto lo que quieren es honradez. Probablemente, al equipo de gobierno municipal que más se le ha mirado con lupa ha sido al que yo presido. Y ahí está, hemos resistido la prueba del algodón. Nosotros sí podemos decir que hemos hecho una gestión honrada, pensando siempre en los intereses generales y no en ningún interés particular. Todo lo que hemos decidido y acordado, con luz y taquígrafos, en el órgano del Ayuntamiento correspondiente y con los informes técnicos precisos. Ni se nos ha pasado por la cabeza firmar un acuerdo secreto, no ya por valor de seis millones de euros, ni por seis euros, a espaldas de los órganos del Ayuntamiento de Cuenca, sin que lo conozca la Secretaría General o la Intervención General de Fondos. Lo primero, honradez a prueba de cualquier control. En segundo lugar, defensa del interés general. En tercer lugar, entiendo que nos piden los ciudadanos, más diálogo y más colaboración entre las fuerzas políticas.
Las fuerzas políticas en España, desde hace muchos años, han demostrado que se les da muy bien competir, a veces incluso con malas artes, y no estoy señalando a nadie, estoy señalando a todas las fuerzas políticas. Lo que piensan los ciudadanos es que, muy bien, tienen que competir por ganarse su confianza, pero eso toca cuando toca. La mayor parte del tiempo lo que tenemos que hacer es colaborar para solucionarle los problemas como ciudadanos. Nos están pidiendo que n la política española, a todos los niveles, debe haber competencia, sí, pero mucha más colaboración. Toca competir cuando hay elecciones y el resto del tiempo lo que hay que hacer es colaborar desde el puesto que a uno lo han colocado.
Y eso no lo entiende todo el mundo…
Eso no lo entiende prácticamente nadie, pero los ciudadanos lo están pidiendo a voces y los partidos políticos y, sobre todo, los políticos que no entiendan esto son políticos del pasado.
Mañana martes cuencanews.es ofrecerá la segunda parte de la entrevista realiza a Juan Ávila, actual alcalde y candidato del PSOE a la Alcaldía de Cuenca. Aquí la segunda parte de la entrevista
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