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Ávila: “Mi prioridad para la próxima legislatura es el empleo, el empleo y el empleo”
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Ávila: “Mi prioridad para la próxima legislatura es el empleo, el empleo y el empleo”

Por Sergio Valverde
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sergiocuencanewses/6/6/17
martes 05 de mayo de 2015, 07:18h

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Tras cuatro años al frente del ayuntamiento, el alcalde de Cuenca y candidato a la reelección por el PSOE, Juan Ávila, asegura mantener intacta la ilusión y la confianza en las posibilidades de la ciudad. Entre sus prioridades para la próxima legislatura, por encima de todas, la creación de empleo. Esta es la segunda parte de la entrevista que ha concedido a cuencanews.

 

¿Cómo ha sido gestionar un ayuntamiento sometido a un plan de ajuste?

Muy difícil. Mucha gente en Cuenca, principalmente la que más de cerca ha seguido desde el año 1979 la política municipal, coincide en que la peor etapa es esta que nos ha tocado al actual equipo de gobierno que yo presido. Ha sido muy difícil y sigue siendo muy difícil, pero lo más difícil ya está hecho. El Ayuntamiento de Cuenca era un cuerpo que se desangraba a borbotones. Después de muchísimo esfuerzo, hemos conseguido taponar la herida, lo que garantiza que el paciente no se va a morir. Ahora, hasta que le demos el alta, tiene que hacer un proceso de recuperación largo, en el que no hay que bajar la guardia y hay que seguir siendo muy estrictos. Ha habido momentos muy difíciles, como cuando, a los pocos meses de llegar al gobierno, teníamos la amenaza de que nos cortaban la luz en instalaciones municipales, pero combatimos eso. Además,  los jueces nos dieron la razón. Nos enfrentamos a las eléctricas, estamos queriendo cobrarles dinero porque sus tendidos pasan por nuestro término municipal y lo vamos a conseguir. Hemos ganado en Primera Instancia y en el Tribunal Superior de Justicia. Como tienen mucho dinero, van al Supremo, pero es cuestión de tiempo.

Ha habido momentos muy difíciles, pero el termómetro que me marcaba para ver si, a pesar de la dificultad, me sentía todavía con fuerzas, era si cuando, a pesar de un día o semana tan dura, cuando estaba en la calle y algún vecino se me acercaba, algunas veces a darme ánimos y muchas a pedirme explicaciones, yo me veía dispuesto a dar esas explicaciones y me sentía a gusto. Y siempre me he visto a gusto, relajado, tranquilo, con ganas de dar esas explicaciones. Incluso en los momentos más duros, a pesar de las dificultades, a uno le quedan ganas y fuerzas para seguir peleando, aunque aún no estamos en buenos momentos y aunque, después de mucho esfuerzo, ves que te gustaría haber hecho muchas más cosas. Pero has conseguido mantener en pie un edificio que estaba cayéndose.

 

A lo largo de la legislatura ha habido tiempo también para emprender grandes proyectos como el Urbana…

Vamos con el tiempo justo, pero hay que terminar todo lo relacionado con la parte de obras y la parte social y cultural.

 

Un mandato en el que también se ha apostado por la biomasa, ¿en qué momento se encuentra ese proyecto?

Esta legislatura empezamos, venía en el programa, con la apuesta por la biomasa. Ahora vamos a ir más lejos. La candidatura que yo encabezo es, a día de hoy, la única que ha mostrado un proyecto para Cuenca que se basa, fundamentalmente, en una apuesta por la economía verde, por la sostenibilidad, por la lucha contra el cambio climático, por la reducción de emisiones de CO2. Porque la estrategia global, en este mundo globalizado, va por ahí. La ONU dice que tenemos que caminar por ahí, la UE dice que tenemos que ir por ahí y destina los fondos europeos a proyectos que vayan en esa línea. Podemos ir por ese camino porque tenemos la ventaja de disponer de 53.000 hectáreas de pinos y, además, la Serranía de Cuenca, más allá del término municipal de Cuenca, tiene casi 150.000 hectáreas. Eso, bien aprovechado, dará lugar a generar mucho empleo. Se ha dado el primer paso con el acuerdo con la empresa que construirá la primera planta de biomasa. Pero no nos conformamos con producir pelets y microastilla, queremos aprovecharlos para, mediante redes de calor, ofrecer agua caliente al menos un 30% más barata a los vecinos de Cuenca.

Y lo vamos a hacer buscando inversores privados y sumándole los fondos europeos que están ahí para esto. Además, conforme disminuyamos las emisiones, vamos a impulsar, un plan que sea, al menos, el doble de ambicioso de lo que estipula la UE. Porque nos dan dinero por eso, nos van premiando y, al haber más dinero en las arcas municipales, esto nos permitirá mantener nuestros bosques más limpios y disminuir el riesgo de incendio.

 

Una apuesta que va mucho más allá y está relacionada incluso con el proyecto de urbanización de Carretería

Sí, queremos que ese proyecto vaya más lejos. Por eso, vamos a consolidar los espacios peatonales creados durante esta legislatura y a extender las zonas peatonales a más lugares. Después de 12 años oyendo que se iba a hacer, hemos sido nosotros los que hemos peatonalizado Carretería. Lo hemos hecho sin recursos y aprovechando lo que teníamos, nuestra madera. La próxima legislatura va a ser la de su urbanización, con un pavimento único que, evidentemente, no será de madera y por el que no van a pasar los coches. También en este punto digo claramente lo que quiero hacer, no como otros. Tienen que hablar claro.

 

¿Ni siquiera pasarán los autobuses?

Mientras no le encontremos una alternativa, el autobús seguirá pasando, pero vamos a buscarle alguna alternativa. En Carretería hemos avanzado mucho, es cierto que todavía podíamos avanzar un poquito más, pero lo que no vamos a hacer es retroceder ni un solo centímetro. Hay que crear más espacios peatonales y apostar por el transporte público en la medida que podamos pagar y, según se vayan amortizando estos autobuses, vamos a ir sustituyéndolos por eléctricos, que no emitan CO2.

Además, con fondos europeos, que lleguen a nosotros directamente o a través del IDAE, y con ayuda de la Junta, vamos a abrir una línea de subvenciones para ayudar a las empresas de Cuenca que decidan apostar por un nuevo consumo energético que reduzca las emisiones de CO2. Vamos a apostar por el coche eléctrico, en la medida en que se puede hacer desde un ayuntamiento; vamos a cambiar todo el alumbrado de la ciudad por uno que sea más eficiente y consuma menos energía. Y vamos a apostar también por el ahorro energético dentro de los edificios municipales.

 

¿Y qué fue del alquiler de bicicletas?

La movilidad es una prioridad, la gente tiene que poder desplazarse dentro de la ciudad. Y en una ciudad como Cuenca hay que apostar por el desplazamiento a pie y por medios de transporte como la bicicleta, que no contaminan. Hay que facilitar el tráfico de bicis, el problema es que las calles del centro tienen la anchura que tienen. En la legislatura pasada se gastó un dineral, 500.000 euros, en hacer un carril bici que no usa prácticamente nadie y, sin embargo, el que se hizo en la carretera de la playa lo utiliza muchísima gente. Los ciudadanos, cuando se hace una cosa con sentido, la usan y valoran y, cuando se hace una cosa sin sentido, no la usan y la critican. Una ciudad moderna como tiene que ser Cuenca, que apuesta por la sostenibilidad y que quiere ser una referencia como ciudad sostenible en Europa y aspira a tener el título de Capital Verde Europea, tiene que apostar por una movilidad que sea congruente con el objetivo de reducir las emisiones de CO2.

 

Entre los objetivos de esta legislatura también estaba la remodelación del edificio del mercado o la apertura de dos grandes superficies comerciales, ¿qué ha sido de ello?

El proyecto del mercado no ha avanzado a la velocidad que nos hubiese gustado, pero, evidentemente, creo que es un proyecto bueno para Cuenca y por el que hay que seguir trabajando. Primero, porque las actuales instalaciones son muy deficientes. En segundo lugar, porque si ahí creamos un centro comercial importante, estamos dándole congruencia más allá de la peatonalización y nueva urbanización de Carretería, apostando por un espacio comercial potente en el centro de la ciudad y que sea lo que se conoce como un Centro Comercial Abierto. El comercio tradicional es siempre un valor importante en una ciudad y hay que ayudar a preservarlo e incluso, en la medida de lo posible, hay que potenciarlo, ayudar a que mejore y se expanda. Son proyectos en los que estamos trabajando y, tanto uno como otro, están avanzando.

 

Una legislatura en la que no ha visto la luz un nuevo POM…

El POM es algo que, evidentemente, no hemos hecho. Hay que hacerlo en la próxima legislatura, pero con un planteamiento muy claro: hay que apostar por mejorar la ciudad existente, facilitando la rehabilitación de viviendas, pensando en su eficiencia energética, que es ahorro para los vecinos, y ayudando a mejorar su accesibilidad. Hay que tener previsto un suelo por si hay que construir nuevas viviendas. Ojalá fuera así, pero hay tantas vacías que primero habrá que hacer que estas sean ocupadas, porque tenemos mucha gente que no puede acceder a una vivienda y muchas viviendas que están vacías y a esto, que es una cuestión más de política regional y nacional, hay que darle la vuelta. No es de recibo que haya muchas viviendas vacías, muchas propiedad de los bancos, y mucha gente que no tiene vivienda. Algo hay que hacer. Y más allá del POM, sí que hay que hacer algunas actuaciones urbanísticas en determinados puntos de la ciudad como Tiradores.

 

¿Cuáles serían sus prioridades para el próximo mandato?

El gran objetivo es la creación de empleo, la apuesta por la sostenibilidad y por la lucha contra el cambio climático. Otro enorme yacimiento de empleo es el turismo, que genera actividad económica y empleo. El potencial que tenemos es tan grande que podríamos hacer muchísimo más en términos de generación de empleo y de actividad económica. Y eso pasa por invertir en la promoción turística de la ciudad. Por primera vez en la historia en una legislatura la Junta de Comunidades que preside la señora Cospedal no ha invertido ni un euro. Es la primera vez que pasa. No es ni poco ni mucho, es nada. Tenemos que sentarnos y ponernos de acuerdo todas las administraciones públicas y los agentes privados y empresarios del sector, pero para eso hay que querer.

¿Qué propondría de existir ese acuerdo?

Hacer una oferta potente, que tenga varias alternativas, con paquetes cerrados en los que todos participen. Tenemos un instrumento que no tiene nadie en Castilla-La Mancha, que es la Fundación de Turismo, un instrumento capital. A lo mejor hay que cambiar muchas cosas dentro de ella, pero lo que no hay que hacer es que la Junta y la Diputación se vayan. Tenemos que tener una entidad donde nos sentemos todas las administraciones públicas para apostar por la promoción turística, en la que tenemos que invertir y ayudar a los empresarios a que se pongan de acuerdo y elaboren esas ofertas conjuntas y a mejorar sus instalaciones. Y, a largo plazo, también hay que tener una estrategia de atracción de emprendedores e innovadores a través de las nuevas tecnologías. Siempre he dicho que, si Saura, Millares o Rueda, que eran los creadores e innovadores de las artes plásticas de entonces, vinieron a esta ciudad es porque les inspiraba: vamos a darla a conocer a los nuevos creadores. Y pienso no solo en el arte, que también, sino en quienes manejan las nuevas tecnologías para producir cosas que, a lo mejor, no van al mercado del arte. Se habla mucho de la sociedad del conocimiento, eso está ahí, y Cuenca puede ser un lugar interesante. Pero hay que ir a contarlo. Eso no requiere de grandes polígonos industriales, aunque, si alguien quiere venir, le hacemos el polígono industrial a medida. Sin embargo, me da la sensación de que, a pesar de la dificultad, va a ser más fácil atraer a este tipo de emprendedores que lo que necesitan no es mucho suelo pero sí unas magníficas instalaciones. Por tanto, mi prioridad para la próxima legislatura, y la del equipo que me acompaña, es el empleo, el empleo y el empleo. Pero con cosas concretas, porque todos estamos interesados en crear empleo, pero, ¿cómo lo va a hacer usted? Apostar por el urbanismo podría, a lo mejor, tener sentido hace diez años, ahora no he oído a nadie decir eso.

 

¿Qué le parece la propuesta de Mariscal de convertir a Cuenca en un destino turístico inteligente?

Bien, dentro de esa estrategia de colaborar todas las administraciones públicas y el sector privado para hacer una oferta más definida con más variedad. Diciéndole al turista que, si viene en AVE, nosotros le vamos a recoger en la estación cuando llegue y le vamos a llevar el día que se vaya y no va a tener ni un solo instante de no saber qué hacer. Nos va a decir qué quiere hacer, nosotros se lo preparamos y se lo vamos a cobrar por adelantado. A los turistas hay que darles los paquetes. ¿Que en eso hay que servirse de las nuevas tecnologías? Sí, sin lugar a dudas, ahora, por poner cuatro dispositivos en Internet, si no se hace todo lo demás, no se va a ningún sitio. Por mucho que se traiga uno a su prima de Zumosol una tarde. Por cierto, que a uno que es candidato a la Alcaldía y ha sido subdelegado del Gobierno de España en Cuenca no se le haya ocurrido antes que el turismo es algo importante para la ciudad y no haya llamado antes a la secretaria de Estado y la llame ahora… no sé.

 

¿Qué imagen cree que se lleva un turista al llegar a Cuenca?

Como llevo más de dos años viviendo en el Casco Antiguo, hablo con los turistas. La gente que viene a Cuenca, en un porcentaje muy alto, se lleva una muy buena opinión de la ciudad y una muy buena opinión de la gente de la ciudad, por su hospitalidad y amabilidad. Ahora, la imagen podría ser mucho mejor. No somos conscientes, algunas veces, del capital que tenemos. Esta ciudad, para quien la ve por primera vez, parece un lugar absolutamente maravilloso. Pero no solo desde el punto de vista del placer estético de su contemplación, sino de las posibilidades que ofrece. Lo más importante ya lo tenemos. Ahora bien, nos falta mucho por hacer. Cuando uno llega a la estación del AVE y no puede subir al autobús porque no está y le va a costar más el taxi que el billete… A esto, evidentemente, hay que darle una vuelta y hay que cambiarlo. Pero yo creo, sinceramente, que la imagen que se llevan es muy buena. No es mérito mío, no. También se la llevaban cuando yo no era alcalde, no tengo ningún mérito en eso. Aunque, insisto, por supuesto que siempre es mejorable y hay bastante margen de mejora.

 

¿Esa imagen se corresponde con la percepción que tiene el conquense?

La percepción que tiene el visitante de la ciudad es, en términos generales, mejor que la que tenemos los conquenses. A los visitantes, a veces, les digo que los vecinos se quejan mucho, y no les falta razón. Pero no puedo aceptar lo del abandono del Casco Antiguo, ni en esta legislatura, ni en la pasada. Aunque 14 años con Mangana así es una cosa lacerante. No se nos dio bien la primera adjudicación, ya hemos hecho la segunda y yo creo que, definitivamente, vamos a poder actuar en Mangana.

El Jardín de los Poetas ya está adjudicado también, como alcalde me tocó solucionar un montón de problemas con la escuela taller anterior, pero ya está adjudicado. Respecto a la Casa de la Demandadera, el señor Prieto dice que yo he puesto zancadillas, no es verdad. Si el proyecto no lo llevan bien, yo no le puedo dar una licencia.

Respecto a los contenedores de la Plaza Mayor, el Consorcio pagó su instalación siendo alcalde Cenzano. Ahora se han estropeado, he pedido al Consorcio que nos financie su arreglo porque el Ayuntamiento no tiene dinero y me han dicho el señor Prieto y el señor Pardo que el Consorcio no está para eso. Será ahora, porque entonces sí estuvo. El casco antiguo no está abandonado, pero sí tiene problemas como la accesibilidad y eso hay que afrontarlo. Hay que pensar en los vecinos del Casco Antiguo y en cómo se hace la vida más cómoda, porque, desde el punto de vista estético, vivir allí es algo inigualable. Los vecinos, que son mis vecinos físicamente, me lo dicen y yo sé que hay que darle una vuelta a la movilidad y a la accesibilidad al Casco Antiguo. Pero, tener el Consorcio de la ciudad de Cuenca, que nos permite tener, incluso en estos momentos, que es cuando menos presupuesto tiene, tres millones para invertir todos los años, nada más lo tienen otras dos ciudades en España. Durante los dos primeros años como alcalde tuve que oír, teniendo siete millones de euros en la cuenta del Consorcio, que había que ser prudentes. Y Mangana estaba sin empezar y la Torre de San Gil estaba sin empezar y la Capilla del Espíritu Santo se nos caía y la bajada a las Angustias había que tocarla y la calle de la Canaleja estaba sin tocar. Por no hablar del muro de Alfonso VIII: un año perdido porque, en un principio, el señor Prieto y el señor Pardo decían que no era un asunto importante para la ciudad.

 

Hablando de accesibilidad, hay vecinos que no entienden por qué no se permite estacionar en Obispo Valero cuando el fin de semana se permite dejar el coche a los pies de la catedral.

A la cuestión de la movilidad y accesibilidad en el Casco Antiguo hay que darle una vuelta. Pero eso tocará si vuelvo a ser alcalde. Yo tengo muy claro que hay que darle una vuelta y no pequeña.

 

No es fácil, por tanto, conjugar la percepción que puede tener un turista que no vive aquí a diario con la de un vecino.

No, yo eso lo tengo claro. Yo sé las molestias e inconvenientes que tiene vivir en el Casco Antiguo, porque yo compro aquí el pan, lo compro casi todo y, si voy a tomar una cerveza, casi siempre me la tomo aquí. Seguro que soy el alcalde que más defectos tiene de todos los que han pasado por el Ayuntamiento, pero todo el mundo sabe que puede hablar conmigo en cualquier momento. Porque creo que, desde luego, para ser alcalde de una ciudad como Cuenca, tienes que tener muy claro que eres alcalde los 365 días del año y las 24 horas. Si puedes cogerte diez días de vacaciones en verano, apagas el teléfono y te vas, pero, mientras estés aquí… Aunque sea la una de la mañana y te llegue alguien para hablar y lo cites a las nueve en tu despacho o, todavía muchísimo más común, cuando estoy haciendo la compra… Pero esto es así, uno es alcalde a todas horas. Yo creo que la prueba de esto es que, a pesar de las dificultades, a pesar de los problemas, cuando te piden explicaciones, cuando les pides que hagan un esfuerzo mayor mediante tasas e impuestos, si, incluso en esos momentos, no te molesta atender a la gente, al contrario, a pesar del esfuerzo, te reconforta dar explicaciones, eso significa que, por lo menos hasta ese día de las elecciones, estás en la disposición psicológica de ser alcalde. Luego lo harás mejor o peor, eso lo valorarán los conquenses.

 

Después de estos cuatro años, tiene mérito esa reflexión.

Esto es como todo, cuando uno se compromete con algo o alguien, si se compromete de verdad es por encima de cualquier cosa y, cuanto más difícil sea cumplirlo, por las dificultades que van apareciendo, más te esfuerzas, porque el compromiso es lo primero. Si hay dificultades, habrá que poner más, pero al compromiso no se renuncia nunca. Yo amo profundamente a esta ciudad y a todas y cada una de sus gentes. Lo más difícil es mantenerse, mantener este nivel de compromiso, pero, oiga, no para siempre.

 

¿Hay muchas cosas que le hayan quitado el sueño estos cuatro años?

Yo soy de dormir poco. Normalmente duermo bien, pero, sí, ha habido algunas noches duras. Sobre todo al principio, cuando me decían que nos iban a cortar la luz, nos pedían que pagáramos facturas de doce meses antes, no del mes anterior, o que igual teníamos problemas con la empresa que limpia, con la que recoge la basura… Yo quiero reconocer la paciencia de las grandes empresas que prestan servicios en Cuenca y de las pymes, tanto de Cuenca como de fuera que, apretar apretaron, pero nunca ahogaron.

 

¿Qué le ha aportado Cuenca a usted?

A mí Cuenca me lo ha dado todo. Como alcalde, he aprendido mucho. Me he reafirmado en que, en política, si uno tiene las cosas claras y tiene unas fuertes convicciones, en los momentos de dificultad hay que saber mantenerlas. Esto no significa que no escuches y no tengas en cuenta otros planteamientos. Hay que escuchar, pero, si tú tienes claro que no hay que despedir interinos, no los despides. A pesar de lo que te diga mucha gente. Igual que si tienes claro que no hay que privatizar servicios. Eso yo ya lo sabía, pero he pasado la prueba ante mí mismo. Me he reafirmado en que, en la vida, al igual que en la política, que es exactamente igual que la vida solo que en la vida se va a 50 por hora y la política es como ir en un Fórmula 1, a 250 o 300 por hora durante mucho tiempo, las condiciones hay que mantenerlas. Y, si vienen dificultades y tus convicciones son lo suficientemente profundas, no las vas a cambiar. Muchas veces hay que rectificar, pero rectificas en lo táctico, nunca renunciando a tus convicciones. Esto es un proceso de aprendizaje. También he aprendido a conocer mejor la ciudad y a la gente de la ciudad. Aprendes mucho, la gente te enseña mucho. Cuando estás en política y hablas con todo el mundo y escuchas a todo el mundo, aprendes muchísimo. Y yo he confirmado que en Cuenca hay muy buena gente. Y que la gente, cuanto más humilde, más buena gente es. Hay gente a la que le faltan muchas cosas, incluso gente que carece de casi todo y, cuando te va a contar su problema, lo hace con una exquisitez, con una educación, como queriendo no molestarte ni lo más mínimo. Y tú te quedas completamente sorprendido de ver que está en una situación prácticamente desesperada y lo hace con esa serenidad, con esa tranquilidad, con esa educación… Esto hay veces que me ha emocionado.

 

¿Cómo cree que serán los próximos cuatro años para el Ayuntamiento de Cuenca?

No van a ser fáciles, ni mucho menos. Van a ser también difíciles, pero lo peor ya está hecho.

 

Si es reelegido alcalde, ¿cuál sería la primera decisión que tomaría el día 25?

Las elecciones hay que ganarlas y eso significa trabajar cada instante de lo que queda hasta el 24 como hemos estado trabajando los meses y años anteriores. Desde luego, tengo muy claro cuál es la prioridad: pisar el acelerador con las cuestiones relacionadas con la creación de empleo, la apuesta por la biomasa y las redes de calor y, desde luego, por esa implicación de las administraciones públicas, de todas, en la promoción de Cuenca como destino turístico y en la coordinación de todos los agentes económicos, de todos los empresarios del sector.

 

Si no sale reelegido, ¿ha pensado cuál será su futuro?

Yo he dicho que, mientras esté en política, estaré donde me pongan los conquenses.

 

¿Qué le queda por aportar en política?

Yo siempre me he vaciado, especialmente estos cuatro años como alcalde. Estoy volcado en dejarme la piel, si los conquenses quieren, otros cuatro años al frente del Ayuntamiento de Cuenca. Pero en política hay que estar un tiempo, no toda la vida. Y, cuando uno ya lleva casi 14 años en esto, es algo que ya piensa y piensa seriamente. Ahora, estaré donde me pongan los conquenses y, donde esté, me volcaré al máximo. De pequeño me lo enseñaron para la vida y luego me he dado cuenta de que vale todavía más, si cabe, para la política: si uno está, está, pero estar por estar…

 

De momento, le queda el sprint final de la legislatura, ¿cómo lleva la precampaña?

Yo siempre he practicado, lo he intentado al menos, el fair play en la política, pero me llama la atención que el candidato del PP diga que él va a hacer una campaña limpia y nos pide a todos que hagamos una campaña limpia. Y, sin embargo, el número 8 de su candidatura, que es el actual portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Cuenca, sigue querellándose, a pesar de que los tribunales dicen que se archiva. Yo sí he dicho que voy a hacer una campaña limpia y la estoy haciendo. El señor Mariscal, al menos, está consintiendo que personas que van en su candidatura no practiquen el juego limpio durante esta precampaña.

 

Ha dicho también que no va a requerir la visita ni lo servicios de su primo de Zumosol, aunque hace unos días vinieron Pedro Sánchez y García-Page…

A mí, evidentemente, me gusta que vengan mis compañeros. Emiliano García-Page ha venido y va a seguir viniendo y eso a mí me agrada, porque noto su apoyo y porque puedo apoyarle a él. Todo el mundo sabe que yo apoyé, de una manera clara y rotunda, desde el principio, a Pedro Sánchez y claro que me gusta que venga. Es un placer y una muestra de apoyo. Pero he dicho hasta la saciedad que las elecciones en Cuenca las tenemos que ganar nosotros, la candidatura. Todo apoyo es bienvenido, cuanto más mejor, pero uno tiene que asumir sus responsabilidades y las elecciones en Cuenca las tenemos que ganar la Agrupación Local del PSOE, de una manera mucho más clara los 28 que formamos la candidatura y, de una forma más especial, el candidato, que soy yo. Pero, ¡cómo no me va a gustar que vengan! Vienen a apoyarnos, pero no en plan primo de Zumosol, porque el trabajo lo tenemos que hacer nosotros.

 

A apenas quince días para las elecciones, ¿qué mensaje les daría a los conquenses?

Les diría que, a pesar de las dificultades, yo tengo una confianza ciega en las posibilidades de esta ciudad y estoy más dispuesto incluso que hace cuatro años en dejarme la piel por mejorar las condiciones de vida de esta ciudad y de todos y cada uno de sus vecinos. Nuestro compromiso es con Cuenca y es un compromiso inquebrantable.

 

Pulsa aquí para acceder a la primera parte de la entrevista

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