Cuenca está que lo tira. A la reciente histórica clasificación europea lograda por el Ciudad Encantada de balonmano y, en lo estrictamente futbolístico, el no menos baladí ascenso a la División de Honor Juvenil del Ciudad de Cuenca, este pasado domingo también con el balompié, el deporte conquense volvió a otorgar una nueva alegría a su capital y a toda la provincia.
Tres temporadas después de pasar por el purgatorio de la Tercera División, el Conquense por méritos propios volvió a ser equipo de la categoría de bronce del fútbol español.
El empate a uno de la ida en tierras vizcaínas, los de Luis Ayllón lo hicieron «delicatessen» en su feudo, cosechando un empate a cero que les ha permitido certificar su ansiado retorno a la Segunda B, gracias a que en una eliminatoria tremendamente igualada aprovecharon el valor de los goles en campo contrario.
En un Estadio de La Fuensanta engalanado para una ocasión especial, las más de 3000 gargantas que llevaron en volandas a la Balompédica vivieron un momento crucial y trascendental para la supervivencia de esta histórica entidad deportiva. En voz bajita, ahora liberados de la tensión acumulada de esta exigente temporada, especialmente en el ámbito económico, lo podemos afirmar: “De no haber ascendido todo se hubiera complicado en demasía”. Escaso futuro hubiera tenido el conjunto blanquinegro otra vez en el infierno de la Tercera División. Afortunadamente una vez más en su historia: “La resiliente UB Conquense salva un ´matchball` tras verse con la soga al cuello”.
Futbolísticamente no fue un partido para enmarcar debido al poco brillo en el juego. No obstante, ambos equipos generaron suficientes ocasiones de gol para abrir el marcador, pero a falta de goles lo que verdaderamente cayó e importaba en Cuenca fue un ascenso que necesitaban “como el agua de mayo”, que por cierto, posteriormente al partido también hizo acto de presencia en la capital conquense.
Una vez más el fútbol como parte de la vida evidenció que también en el deporte para lograr objetivos, a veces, toca ser práctico. El Conquense supo sufrir cuando tocaba hacerlo y tiró de oficio y casta para sacar adelante una difícil empresa ante un buen Durango que hubo momentos que puso en serio peligro el ascenso blanquinegro. Pero, al final, con el paso de los años, lo que perdurará en la retina de la parroquia blanquinegra no es tanto el proceso como la meta lograda.
El pitido final del juez de la contienda provocó el éxtasis de cuerpo técnico, jugadores, afición, Alcalde de la ciudad de Cuenca, D. Ángel Mariscal, y por supuesto, la Junta Directiva del Conquense, a la cabeza con su Presidente,Luis San Juan , que como no era para menos, a la finalización del mismo, explotó de alegría y en todo momento con los allí congregados se mostró muy efusivo tras haber vivido en sus carnes una temporada muy complicada, pero con un desenlace venturoso no fruto de la casualidad sino de un un fecundo trabajo desarrollado por un excelente capital humano que ha creído junto a sus patrocinadores en un `proyecto de resurrección y de futuro´ para un club histórico, que merecía una nueva oportunidad, para resurgir y poder otear con mayor nitidez un “horizonte blanquinegro”, que hasta hace muy poco era tremendamente aterrador.
Después de este gran paso y rayo de luz, el futuro de la casa blanquinegra se aprecia con mayor optimismo. Señoras y señores, qué grande es este deporte: “Una victoria lo cambia todo”.
¡ENHORABUENA BALOMPÉDICOS!
Ficha Técnica:
U.B. Conquense (0): David Sierra; Calarge, Jon Vega (José Vega, 50´), Javier Soria, Ivo, David Rodríguez (Tajamata, 80´), Fran Simón, Vicky, Carlos Bravo y Gérica (Héctor Rubio).
SCD Durango(0): Errasti; Ibon (Beñat, 75´), Varela, Aranda, Txapu, Javi Alonso, Egaña (Julen, 87´), Ekaitz, Adrián (Pradera, 77´), Ekain e Iparra.
Árbitro: JorgeTárraga Lajara
INCIDENCIAS: Partido de vuelta de la eliminatoria de ascenso a la Segunda División B. Gran ambiente. El Estadio de La Fuensanta registró una excelente entrada.
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